Redacción
El pasado 9 de octubre el Observatorio de las Mujeres en los medios de comunicación organizó una mesa redonda sobre la representación de los conflictos bélicos desde la perspectiva de las mujeres que llevaba por título “LA CULTURA DE LA VIDA: mujeres, cultura de paz y medios de comunicación”.
La mesa, que se celebró en La Bonne, Centro de Cultura de Mujeres Francesca Bonnemaison, se llevó a cabo online para facilitar la participación de los diferentes núcleos de mujeres del observatorio y al público en general. El Observatorio de las mujeres en los medios de comunicación es una asociación de 30 ayuntamientos de Catalunya que se creó en el año 2000 y que tiene el objetivo de promover una cultura crítica en relación al papel de las mujeres en los medios de comunicación.
En la mesa participaron diferentes expertas, Anahita Nassir, politóloga catalano-iraní y activista del movimiento “Mujer, Vida, Libertad”, Txell Feixas, reconocida periodista que ha trabajado como corresponsal en Oriente Medio para la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales , y María Eugenia Blandón, psicóloga social y activista feminista, la mesa la moderó la comunicadora feminista Carme Porta.
La mesa era el inicio de un proceso participativo “Cultura de la vida: mujeres, cultura de paz y medios de comunicación” que quiere analizar y debatir en torno al tratamiento comunicativo de los conflictos y las guerras desde una perspectiva que tenga en cuenta a las mujeres: su experiencia como receptoras, como sujetos representados, como expertas o protagonistas, como agentes de resistencia, organización y cambio.
Las participantes debatieron sobre distintos temas. En primer lugar, sobre la existencia o carencias de mecanismos en la construcción de paz que se plantea para aplicar la resolución 1325 de Naciones Unidas, que recoge la necesidad y participación del protagonismo de las mujeres en los procesos de paz. Se abordaron distintos temas como la espectacularización de los conflictos bélicos y su tratamiento estético, la estigmatización y victimización de las mujeres en el imaginario colectivo, la exhibición y banalización del sufrimiento y del dolor; la deshumanización de los cuerpos violentados y la tendencia a reproducir lógicas binarias sobre las formas de entender las relaciones humanas, las dificultades cotidianas para sostener la vida, así como la indiferencia y la insensibilización que produce de la saturación informativa.
Fue un debate necesario y absorbente en el que claramente se recogían demandas reclamadas por el feminismo.
En este enlace se puede ver el acto