OPINIÓN
Antes del verano me llegaron voces, gracias a feministas involucradas, que se estaba preparando una gran marcha feminista desde todo el territorio español hacia la capital del reino. Su objetivo era reclamar de forma contundente y ante toda la opinión pública otras formas de gobernar que tengan en cuenta todas las violencias machistas que violan los derechos humanos impunemente en España (también incluyo Cataluña, ya que en estas vergüenzas no nos podemos escapar pensando que “aquí” es menos).
Enseguida que me enteré mostré mi apoyo a una iniciativa como ésta e hice todo lo que estuvo en mis manos y en mi cabeza. A la compañera feminista que me lo dijo me ofrecí a hacer aquello que creyeran oportuno para sumar más gente. A suvez, se me ocurrió preguntar a compañeros de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE) en Madrid, hermana de Hombres Igualitarios en Catalunya, si ellos tenían conocimiento sobre estos preparativos, puesto que era la ciudad donde las reuniones presenciales preparatorias se estaban celebrando. De paso le pedí que asistieran a las reuniones y que apoyaranla organización, para evitar que por enésima vez los hombres no hiciéramos como siempre habíamos hecho: mirárnoslo desde la distancia y de forma silenciosa sin hacer nada más (en los mejores de los casos).
Los compañeros de AHIGE Madrid me informaron que estaban enterados de los preparativos yque las feministas que asistían ya les iban informando. Otros compañeros de AHIGE otros territorios me comunicaron que también estaban interesados. De este modo, desde todos los “AHIGE” de todo las “Españas” nos fuimos enterando de la marcha hacia Madrid del 7 de noviembre. Y a partir de aquí empezamos a pensar para ver qué podríamos hacer para sumar más energías y, en nuestro caso particular, si podríamos sumar más hombres “sensibles” a la marcha.
En Barcelona los Hombres Igualitarios-Ahige Cataluña celebramos el pasado 17 de septiembre un café-tertulia sobre la marcha del 7 de noviembre. Invitamos a la compañera Carme Freixa para que nos informara de la marcha que ya se había convocado de forma pública. A la tertulia asistieron más mujeres que hombres, como es habitual que pase para hablar sobre violencias de género, incluso cuando la tertulia la organice una entidad de hombres y feministas (también para vergüenza propia del género del que formo parte).
Aún así, podemos estar satisfechos porque hemos difundido y animado a más gente a participar a la gran marcha y, además, queda demostrado que los hombres feministas tenemos fuerza suficiente como para sumarnos a causas feministas y difundir y divulgar acciones, manifestaciones o, cómo es el caso, marchas feministas. De hecho, que yo mismo esté redactando este artículo para “La Independent”, una agencia de noticias con visión de género, ya demuestramujeres y hombres feministas podemos trabajar conjuntamente por un mundo sin violencias de género. Cada una y cada cual desde su ámbito y con sus recursos. Interiorizando, viviendo, difundiendo y sensibilizando valores y acciones feministas. Desde mi humilde opinión creo que éste es el mejor futuro que podemos observar al movimiento feminista y en el mundo que compartimos, y siempre, siempre tomando conciencia de nuestra realidad de género tanto individual como colectiva.
