Dijous 25 abril 2024

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Comunicado de Objetivos para la huelga del 8 de Març: Vaga de Totes del 8 de Març. Movimientos Feministas

 

 

 

Venimos de lejos, tenemos una larga historia feminista, y un recorrido de muchos 8 de marzo tomando la calle,la plaza, la palabra con el propósito de subvertir el orden del mundo y el discurso heteropatriarcal, racista y neoliberal.

Al grito de “ni una menos, vivas nos queremos” que lanzaron las feministas argentinas se llevó a cabo la primera huelga global de mujeres de trabajo productivo y reproductivo el 8 de marzo de 2017. Millones de mujeres de 70 países, desde Argentina a Polonia, desde Turquía a Estados Unidos, desde Brasil a Italia pasando por nuestras tierras, nos contagiamos y ocupamos las calles para hacer visibles nuestros trabajos, nuestras demandas y nuestros cuerpos.

Porque en los últimos años desde el movimiento feminista intergeneracional, creciente en número y en energía,impulsamos y desarrollamos propuestas e ideas para pensar en otras vidas y otro mundo. Somos miles, millones,las mujeres dispuestas a conseguirlo, y vamos a por todas.

En 2018 queremos llegar más lejos y visibilizar con una huelga más amplia de la de 2017 nuestra fuerza, nuestra rabia y dolor y a la vez nuestra alegría compartida de sabernos fuertes. Queremos que nadie pueda mirar a otro lado frente a nuestras propuestas y nuestra centralidad en el mundo.

Por eso la Comisión 8 Marzo del movimiento feminista nos convocamos a una huelga feminista. Es una huelga que va más más allá de lo que se identifica como paro laboral porque la participación de las mujeres es nuclear en todas las esferas de la vida, y la huelga tiene que alcanzar también otros trabajos y espacios: el de los cuidados, el consumo, la vida estudiantil y asociativa.

Una huelga de mujeres en la que podremos reflexionar colectivamente qué pueden hacer todos y cada uno de los hombres para cambiar una situación sobre la que se deberían haber manifestado ya contrarios a ella.

Practicamos un feminismo interseccional porque sabemos que estamos atravesadas por desigualdades y precariedades que nos sitúan en lugares muy diversos frente al patriarcado, el trabajo asalariado, los cuidados, el consumo, el ejercicio de nuestros derechos, la formación y la participación ciudadana, por las diferencias que atravesamos alguna de nosotras según la procedencia, la clase, la edad, la orientación sexual, la identidad de género y habilidades. Pero la huelga es de todas, hay un hueco para todas y cada una de nosotras en nuestra huelga feminista del 8M.

Nos convocamos todas, como hicieron nuestras antecesoras, para quebrantar los privilegios de una sociedad patriarcal y capitalista, racista y heteronormativa. Nos convocamos todas a esta huelga quetiene sus antecedentes en la tragedia que supuso para nuestras hermanas que fueron asesinadas, quemadas, acusadas de “brujas”, para perpetuar el control del modelo social y económico masculino, que se sentía amenazado.

Comisión de contenidos 8 de marzo 3 El nuestro es un grito global, transfronterizo y transcultural. Somos un movimiento internacional diverso que planta cara al orden patriarcal, racista, capitalista y depredador con el medio ambiente, y que propone otras vidas y otro mundo radicalmente distinto. Formamos parte de las luchas contra las violencias machistas, por el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo y nuestra vida, por la justicia social, la vivienda, la salud, la educación, la soberanía alimentaria, y la laicidad, contra el extractivismo y los tratados de libre comercio, la explotación y muchas otras luchas colectivas. Unidas por otra forma de entender y organizar la vida, la economía y las relaciones. Porque somos antimilitaristas y estamos contra las guerras, y las fronteras, contra los Estados autoritarios y represores que imponen leyes mordaza y criminalizan la protesta y la resistencia feminista. Unidas a las mujeres que defienden los derechos humanos y la tierra, arriesgando sus vidas.

Formamos parte de un proceso de transformación radical de la sociedad, de la cultura, de la economía, de las relaciones. Queremos ocupar el espacio público, reapropiarnos de la decisión sobre nuestro cuerpo y nuestra vida, reafirmar la fuerza política de las mujeres, lesbianas y trans y preservar el planeta en el que vivimos. Y por eso el 8M pararemos nuestro consumo, el trabajo doméstico y los cuidados, el trabajo remunerado y nuestros estudios, para demostrar que sin nosotras no se produce, y sin nosotras no se reproduce.

Esto ni empieza ni acaba el 8 de marzo. El proceso empieza mucho antes del día de la huelga, haciendo reuniones,construyendo propuestas, tejiendo redes, poniendo en marcha procesos de contagio… y culminará el día 8 con una huelga en la que visibilizaremos nuestras denuncias y exigencias en todos los espacios, tomando las calles en pueblos y ciudades.

El documento que presentamos es fruto de ese saber colectivo feminista que vamos tejiendo al compartir las calles, el intercambio de experiencias, saberes y prácticas de resistencia individual y colectiva frente a las distintas formas en que se manifiesta el patriarcado.

Es un documento de propuesta y de acción para el proceso de la huelga feminista. Tiene dos partes.

En la primera explicamos el por qué y el para qué hacemos huelga en relación a algunos ejes temáticos que hemos querido resaltar, en torno a los que se articulan las propuestas, las acciones y el discurso para la huelga.

No están todos, pero es una forma de empezar. Cada una puede tener más motivos a sumar a los que aquí apuntamos.

Porque las violencias machistas son una forma de dominación; es intolerable que no podamos ser autónomas, dueñas de nuestras vidas, de nuestros cuerpos; que expresarnos o simplemente caminar por las calles nos produzca miedo. No estamos dispuestas a consentir ni una sola manifestación de violencia contra las mujeres.

Y decimos BASTA a todas las violencias que sufrimos en todos los ámbitos y espacios de nuestras vidas: en el hogar, el trabajo, los espacios públicos: transporte, calles, plazas; con la pareja, la familia, el entorno laboral, la sociedad y las instituciones del Estado.

¿Por qué hacemos huelga?

Porque nos faltan todas las mujeres que han sido asesinadas por el hecho de serlo, víctimas de feminicidio, y que cada día son más; porque 1000 mujeres han sido asesinadas por violencia machista en los últimos 14 años.
Porque miles de mujeres sufrimos malos tratos por parte de nuestras parejas o exparejas porque siguen creyéndose dueños nuestros.

Porque no existe protección ni reparación para nosotras, y no hay seguridad efectiva ni justicia para muchas de quienes denunciamos y además, la legislación vigente es ineficaz y no se aplica en su integridad, y los recursos para luchar contra estas violencias continúan siendo insuficientes.

Porque nos violan los hombres que se creen dueños de nuestros cuerpos y nos anulan como personas y para mostrar a otros hombres su masculinidad dominadora y violenta.
Porque no nos creen, porque cuando denunciamos que hemos sido agredidas se cuestiona nuestro testimonio, se nos juzga a las agredidas y no a los agresores, siendo incongruente que se nos empuje a vivir en alerta ante una agresión y cuando somos agredidas y denunciamos no nos crean.

Porque las mujeres migrantes en situación administrativa irregular estamos especialmente
desprotegidas frente a la violencia sexual, ya que la denuncia puede suponer la apertura de un expediente sancionador de extranjería o la detención para la expulsión. Eso condiciona la posibilidad de buscar protección y justicia. Porque las condiciones laborales de las trabajadoras de hogar internas aumentan la impunidad de los agresores.

Porque no podemos ocupar el espacio público, los espacios de ocio, la noche, sin vivir experiencias de hostigamiento, acoso y agresiones sexuales por parte de hombres que creen que esos espacios son suyos, que quieren hacer de la calle, la noche, la diversión, un territorio masculino.

Porque se usan las nuevas tecnologías para hostigar y agredir a las mujeres, ciberacoso que tiene momentos extremos y que se da con especial virulencia contra las mujeres que se declaran feministas.

Porque las violencias patriarcales nos afectan a las mujeres de forma diferente en función de nuestro estatus migratorio, nuestra edad, si somos racializadas, gitanas o payas; trans, hetero, lesbianas; si somos asalariadas o no, trabajadoras del hogar, prostitutas, si somos madres o no. Si negamos esa diversidad, invisibilizamos la especial crudeza con que las violencias afectan a algunas de nosotras.

Porque a las mujeres nos criminalizan por proteger a nuestras hijas e hijos de sus padres maltratadores.

Nos vemos obligadas a seguir en permanente contacto con ellos y temiendo por el bienestar físico y psicológico de nuestras hijas e hijos, a través de un régimen de visitas que se concede atendiendo a la “justicia” para los adultos en lugar de al bienestar de las y los menores.

Porque somos víctimas de violencias institucionales, por ejemplo, a través del poder judicial y del sistema sanitario, responsables de errores que afectan a la vida de todas las mujeres. La falta de formación específica del personal judicial, policial y sanitario impide un tratamiento correcto de las violencias machistas y dificulta la protección y prevención y también la consecución de verdad, justicia y reparación.

Porque hay muchas mujeres privadas de libertad, desde las presas por delitos menores de supervivencia, por un sistema penal que es patriarcal y clasista, hasta las mujeres internadas en CIEs, privadas de libertad sin haber cometido delito alguno.

Porque la crueldad de las violencias machistas inunda las pantallas de nuestros móviles, televisores, ordenadores, construyéndonos como víctimas y abundando en un imaginario colectivo que normaliza las masculinidades violentas.

Porque la mayoría de los medios de comunicación realizan un tratamiento amarillista, lleno de morbo de los casos de violencia contra las mujeres, sin considerarnos como sujetos de derechos y sin asumir su responsabilidad en la lucha contra las violencias machistas.

Porque el Estado no asume la responsabilidad que le corresponde y permite, con su pasividad, con la impunidad y con los pocos recursos destinados, que se mantenga la trata de mujeres.

¿Para qué hacemos huelga?

Para que se considere la violencia machista como una cuestión que atañe a toda la sociedad, que tiene su raíz en un sistema patriarcal que organiza nuestras relaciones sociales. Por eso exigimos que se tengan en cuenta las diferentes causas y se visibilicen los distintos niveles y dimensiones de las violencias. Mientras esto no ocurra, nos seguirán matando.

Para que se promueva de manera efectiva una educación afectivo sexual que eduque a los niños contra unas masculinidades violentas, posesivas, dominantes, y a las niñas para desarrollar su individualidad y salir del marco del amor romántico.

 

Vaga de Totes  del 8 de Març. Movimiento Feminista

 

 

 

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Amada Santos

Amada Santos

Fotoperiodista i Socióloga. Activista Feminista, Defensora DDHH i Cooperant. Presidenta de la XIDPIC.Cat. Co-coordinadora i Editora de La Independent. Coordinadora Internacional a la RIPVG
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