El aislamiento internacional del régimen sírio sería ‘el principio del fin’ según la profesora Leila Nachawati
Mesa redonda en el IEMed del Primer Aniversario de la revuelta en Síria contra Al Assad
‘Queremos que se expulse al embajador sirio de Madrid y a todos los de la Unión Europea para deslegitimar la burbuja de los Assad que presiona, incluso, a quienes viven aquí ‘ mantenía la profesora Leila Nachawati. Yo he visto ‘una crueldad extrema, a diferencia de otras revoluciones y guerras en la región’, afirmaba el reportero Marc Marginedas.
El gobierno sirio actúa con ‘inmunidad e impunidad’ apuntaba Lurdes Vidal, responsable de l’Àrea Món Àrab i Mediterrani de l’Institut Europeu de la Mediterrània (IEMed) que, con motivo del primer año del estallido de la revuelta contra el presidente sirio, organizó una mesa redonda el 15 de marzo, a la que asistieron muchas personas de ese país.
La sesión comenzó con el pase de la película Diluvi al país del Baas, que dio argumentos a la profesora de Comunicación en la Universidad Carlos III, de origen sirio, Leila Nachawati Rego para explicar cómo funciona ‘la militarización social’ en su país, a partir de las escuelas infantiles, tal como se veía en el film. ‘Por eso no se ve el término medio; todo se siente como una conspiración y ha sido así hace décadas’. Siria, afirmaba, se cree ‘el centro del mundo y por ello la población siempre tiene que estar alerta por las amenazas exteriores’. Y añadió datos: en este conflicto, ‘el 80% de los asesinados y torturados son personas jóvenes; se está aniquilando a toda una generación’ y aprovechó el turno de palabra para presentar denuncias internacionales que calificó de ‘muy creativas’ como Against a dictator , que hacen frente ‘al silencio mediático interno’ porque la prensa está amordazada, al igual que los artistas y músicos. ‘A los periodistas se les tortura arrancándoles los ojos; a los músicos, las quitan cuerdas vocales y a los humoristas les cortan las manos’, denunciaba la profesora Nachawati.
Por eso, músicos y artistas mundiales han realizado, bajo el slogan ‘de qué tienes miedo’, la campaña internacional ‘Unite for Syria’ , que convocó marchas globales los días 15, 16 y 17 de marzo –incluida Barcelona- de repudio contra la violencia sistemática y generalizada que está ejerciendo el régimen de Bashar el Assad, contra la población siria, con la connivencia de China y Rusia, que siguen apoyando -hasta el momento- el bloqueo de cualquier acción, ya sea corredores humanitarios o zonas de exclusión aérea o de seguridad. Según datos de Naciones Unidas este conflicto ya ha ocasionado la muerte de más de 8.000 personas civiles en aquel país, en especial en las ciudades de Homs, Aleppo, Idlib y Deraa.
Una población atrapada entre paradojas perversas
Según esta investigadora, las Naciones Unidas sólo realizan un ‘tratamiento sintomático para frenar la violencia pero no hacen nada para que se pueda ejercer la libertad y el cambio’ que demanda la población de Siria. ‘No es una solución a la yemenita –con la renuncia del presidente Ali Abdullah Saleh– sino una parálisis internacional’, subrayó Lurdes Vidal. Para ella, el gobierno de Al Assad mantiene ‘una estrategia paralela de descrédito’ de la oposición a través de la información, lo que le permite ganar tiempo reorganizar el ejercito y los servicios de seguridad y efectuar sólo ‘reformas cosméticas para frenar cualquier alternativa al régimen. Y mientras mantiene este margen de maniobra, trata de agotar a la oposición’.
Para esta experta en la región, el futuro es difícil de vislumbrarlo, sobretodo por el veto de China y Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El periodista Marc Marginedas que explicó haber entrado sin visado desde Turquía y situarse por 15 días en la región de Idlib, en la zona norte del país, dijo haber observado ‘una gran crueldad’ en Siria, a diferencia de Túnez y Egipto y lo quería hacer manifiesto. Este reportero, que ha trabajado en Chechenia, Argelia, Irak, Irán y Afganistán, recordaba haber visto personas con ‘ostensibles signos de haber sido torturadas’. En Aleppo habló con una persona a la que ‘le habían quitado un ojo y tenía, además, las uñas arrancadas’; a otra le regresaron a su hermano ‘con el cráneo abierto’. Marginedas señaló que este conflicto no tiene líneas de frente, cosa que no había visto tampoco en ningún lugar de los que había estado trabajando. Respecto del Ejército Sirio Libre (ESL) afirmó que son ‘milicias de autodefensa locales, muchos de ellos huidos del Ejército, que usan armas ligeras’, como los fusiles soviéticos AK-47 o los lanzagranadas RPG. ‘No controlan instalaciones militares como pasaba en Líbia sino núcleos urbanos’, que son, precisamente, los que bombardean los carros de combate del régimen. Él negó rotundamente que hubieran combatientes de Al Kaeda en el país pero sí hay salafistas, pocos y sin discurso anti-occidental. Dato que fue corroborado en el debate por algún sirio presente en la sala.
Leila Nachawati añadió entonces que ‘falta una alternativa bien articulada’ porque ‘hay desconexión entre la oposición’ sobre la manera de reivindicar los deseos de la población. Para esta profesora ‘el asilamiento del régimen sería el principio del fin para deslegitimar la burbuja de los Assad que presiona, incluso, a quienes viven aquí ‘. Y por ello, afirmó ‘queremos que se expulse al embajador de Madrid y a todos los de la Unión Europea aunque todavía no lo hemos conseguido’.
Para Lurdes Vidal, hay dos factores determinantes: la inmunidad: esa ‘falta de intención concreta de intervención’ para frenar la dura represión’, además de ‘una total impunidad’ para perseguir los crímenes contra la humanidad, porque ‘no hay persecución judicial del Tribunal Penal Internacional’.
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(Sria ocupa la posició´n 119 entre los casi 200 estados del mundo en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) del PNUD i en el Índice de Iguadad se halla en el lugar 46)
