Silvia Heras al medio
Periodistas expertas en género debatieron sobre la necesidad de ponerse las gafas moradas en las redacciones de los medios de comunicación, donde falta formación y sobra aun el estigma del feminismo.
En el segundo día de las Jornadas Internacionales “Medios y violencias machistas en la pareja heterosexual”, organizado por el Observatorio Origen, participaron reconocidas periodistas catalanas, estatales y una representante de Cuba para tratar problemas referidos a “cómo hacer que la perspectiva de género esté en todas las secciones, en formación y cobertura”, y a “cómo evitar que se margine a las redactoras identificadas como feministas”.
En esta mesa, la organización tuvo el acierto de invitar a alguna periodista que dijo “no me considero feminista” y cuyas intervenciones dieron lugar a profundizar en el debate. Se trata de Silvia Heras, periodista internacional de TV3, cuyo principal argumento a la hora de explicar por qué las noticias no tienen perspectivas de género es la falta de tiempo, además de formación.
Similar respuesta se obtuvo el día anterior de parte de la periodista del área de sucesos de El País, Rebeca Carrasco: la falta de tiempo.
Isabel Montané y Pilar López
Un pretexto
La veterana en feminismo y en dar clases de periodismo con perspectiva de género en redacciones de todo el Estado, Pilar López Diez, remarco que no hay ninguna razón para que falte ese enfoque, ya que se trata de eso, de mirar de otra manera y tomar en cuenta a las mujeres en todas las áreas de la información. La falta de tiempo es un pretexto, dijo. Siempre hay tiempo, por lo visto, para hacer una noticia con enfoque machista.
Heras, que explicó sus esfuerzos por “colocar temas de mujeres” en las noticias, señaló que muchas veces los hombres simplemente no se dan cuenta de que la información que se ofrece no muestra el lado femenino y que, sin embargo, cuando se les explica están abiertos, ya sea solo para ser políticamente correctos, a que se incluyan.
“Siempre está la presión del tiempo”, que no deja espacio para pensar, a consultar fuentes expertas o, finalmente, a tener formación, dijo.
Tona Gusi y Sara Mas
Formación
Para formarse, son varias las personas y agrupaciones expertas en periodismo con visión de género que realizan cursos. La gente de Origen (Observatorio regular por la igualdad de género en las noticias) los lleva a cabo habitualmente, por ejemplo, y, por otra parte, Tona Gusi, directora adjunta de La Independent, recordó que desde esta agencia de noticias se llevaron a cabo en Cataluña las primeras formaciones para periodistas hace unos años.
En una sociedad donde la mirada patriarcal está normalizada, la formación es básica para tener las herramientas y ampliar la visión e incluir a las mujeres. La cubana Sara Mas, del Servicio de Noticias de la Mujer en Latinoamérica y Caribe (SEMLac), señaló que esta formación no solo es necesaria en el periodismo, sino también en todos las áreas que le alimentan, especialmente las de derecho, medicina y psicología.
Isabel Montané, periodista y codirectora del Master en género y comunicación de la UAB, recordó que este postgrado ha tenido dificultades para llenar el cupo mínimo de alumnado.
Feminista, un estigma
Montané señaló que el estigma de ser periodista feminista fue muy fuerte anteriormente. Hoy, aunque aparentemente es menor el rechazo, todavía está latente ya que las críticas a la forma de hacer el trabajo periodístico, excluyente de las mujeres, son muy difíciles de aceptar.
Para Gusi, la clave está en las alianzas y por ello las redes de periodistas con visión de género son muy importantes y han demostrado que pueden llegar a tener incidencia en espacios de interés, especialmente respecto a las denuncias. Es el caso de la Red Internacional de periodistas, así como la Red Mediterránea y la Red Europea que actualmente se está fortaleciendo, además de las distintas redes latinoamericanas cuya presencia es importante para el respaldo a las periodistas y en el logro de derechos para las mujeres en general.
Mas agregó que es vital que el trabajo que se realiza desde la visión de género sea riguroso y de calidad, ya que el enfoque de diversidad y mayor apertura no representa una disminución de exigencia profesional, sino todo lo contrario.