jueves 25 abril 2024

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“Lo que no podemos hacer, es actuar por intuición”

Entrevista a *Montserrat Gatell i Pérez, presidenta del ICD (Institut Català de les Dones) (Por Fabiola Llanos y Carmen G. Aragón)

Montserrat Gatell i Pérez es presidenta de l’Institut Català de les Dones des del gener de 2011. Nos recibe a su despacho y le explicamos como irá la entrevista. Riendo, nos dice: “Las preguntas personales son más fáciles”.

 

Para empezar, ¿nos podría hacer un balance del tiempo que ha estado como presidenta del ICD, citando, por ejemplo, los puntos positivos y negativos, así como la época en que le ha tocado presidirlo?

 

A ver, de entrada, cuando alguien puede acceder a un cargo como este, antes que nada es un honor, en el sentido de que hay muchas mujeres que están muy preparadas para poder ejercer de presidentas del ICD. Y, por lo tanto, que a una -sea por las circunstancias que sean- le toque en su trayectoria política poder presidir esta institución, antes que nada, es un honor.

Ha sido un año muy especial, porque es un primer año de legislatura, un primer año también como presidenta, y por lo tanto se necesita un tiempo para adaptarse, para conocer un poco los ritmos diversos que tiene la institución, sobre todo porque se tiene que actuar en diferentes planos. En la gestión directa de la institución, por un lado; en un plano más político, de relaciones con el Parlament de Catalunya, con las diputaciones, con otras instituciones; en la coordinación del propio gobierno de la Generalitat, que es la función básica del ICD… Y por lo tanto tienes que ir logrando un gran conocimiento no sólo de las personas de referencia de cada uno del departamentos, sino de su manera de funcionar, de sus objetivos, de sus prioridades, e intentar que tus prioridades como presidenta del ICD sean también las prioridades del Director General de Seguridad, de la dirección general de Enseñanza, de Justicia y otras unidades de bienestar social también, por ejemplo. Después, el conocimiento adquirido del tejido asociativo, que es muy amplio en nuestro país. Esta es una de las partes más enriquecedoras, pues hay muchísimas entidades, muy diversas y que actúan en planos muy diferentes en el ámbito de la igualdad de los hombres y las mujeres o en el ámbito de la defensa de los derechos de las mujeres. Y, como entidades muy diferentes que son, la relación que se establece tiene que partir de un gran conocimiento mutuo y también de una gran confianza mutua.

Por lo tanto, pienso que estos ámbitos son los que en primera instancia tienes que abordar para tener después las herramientas necesarias porque de todas estas relaciones con instituciones, con el propio gobierno, con los partidos políticos, con la sociedad y las redes asociativas del país, se extraigan las acciones de gobierno que, como presidenta del ICD, una tiene que sacar adelante.

Al final de todo este proceso es cuando tienes más conocimiento de todo el ámbito que te corresponde y por lo tanto puedes determinar cuáles son las necesidades y sobre todo cuáles son las herramientas con las que cuentas para poder hacer frente a las políticas activas en defensa de los derechos de las mujeres.

Un estudio reciente elaborado por la Fundación Mª Aurèlia Capmany demuestra que la nueva reforma laboral aprobada por el gobierno español afecta de manera grave el mercado laboral de las mujeres. Y, en general, ciertas condiciones nacionales e internacionales, también lo hacen. ¿Se refleja este hecho en la toma de decisiones del ICD?

Sí, tiene que ver sobre todo con la priorización de las acciones de gobierno que se tienen que emprender. Básicamente, porque lo que no podemos hacer (y yo creo que esto es una responsabilidad de los poderes públicos) es actuar por intuición. Porque, en realidad, en el fondo, los poderes públicos estamos gestionando recursos públicos, y por lo tanto todo aquello que hagas tiene que revertir de una manera positiva, tiene que tener un impacto en la sociedad, y para que tenga este impacto primero tienes que conocer cuáles son las necesidades del país en cada momento determinado.

Esto quiere decir que las políticas activas de mujeres que se llevaban a cabo hace quince años son necesariamente diferentes de las actuales, e incluso de las de hace cinco años. Son necesariamente diferentes. ¿Por qué? Pues porque ahora tenemos, entre otros cosas, una situación económica determinada, como usted bien decía, tanto a nivel nacional como internacional, y por lo tanto nos tenemos que adecuar a cuáles son estas necesidades y a las necesidades de las mujeres hoy en este contexto económico y social. Esto hace que prioricemos unas cosas y no otras. De aquí viene, por ejemplo, que una de las tres líneas estratégicas y prioritarias del ICD en esta legislatura sea el trabajo, el conocimiento y la puesta en marcha de acciones concretas en el ámbito de la mujer, el mundo laboral y las carreras profesionales.

¿Nos podría dar un ejemplo de acción dentro de este ámbito?

Sí, antes que nada, por ejemplo, estamos convencidos y convencidas de que lo que tenemos que hacer es conocer cuál es la situación. Por ejemplo, hemos iniciado ya desde finales del año pasado una relación con una serie de universidades que tienen algunos programas determinados de fomento de las habilidades directivas de las mujeres, escuelas de negocios o algunas facultades de economía, empresariales, etc. u otros que tienen programas donde incentivan el hecho de que las mujeres conozcan las posibilidades que tienen, igual que los hombres, de acceder a carreras tecnológicas, carreras técnicas donde la presencia femenina es muy baja.

Nada de todo esto acabará con la crisis, porque a veces se nos piden soluciones mágicas para situaciones globales, y no las tenemos ¡Ojalá! Pero no las tenemos. Pero sí que es verdad que en el camino del apoderamiento de las mujeres y en la consecución de sus derechos, es justo decir que hay un programa muy determinado de la Universidad de Vic que premiaba trabajos de investigación de bachillerato, y nosotros nos hemos añadido a esta iniciativa creando un premio específico del ICD para personas que hagan trabajos de investigación en el bachillerato sobre temas de género.

¿Para qué? Para que sea conocido. Para que tomen conciencia ellos y ellas mismas de las carencias que tenemos en nuestro país. O con la UPC, por ejemplo, pues también hay un programa que se llama DONATECH y nosotros participamos –el año pasado también lo hicimos–, que el que hace es premiar a jóvenes, que ya son universitarias, algunas doctoradas o bien están haciendo el doctorado. Se pulsaba el talento de estas mujeres en el ámbito tecnológico, de las carreras tecnológicas. Tenemos que abrir la visión que tienen las jóvenes de qué es lo que puede ser su futuro y porque tenemos que ayudarlas a saber que pueden acceder a un montón de sectores que están muy masculinizados y que por lo tanto de una manera natural se obvian por parte de las jóvenes. También es verdad que con la Secretaría de Relaciones Laborales y Ocupación, del Departamento de empresa y Ocupación, estamos ajustando algunas acciones muy concretas a las cuales el ICD se añade y que va dirigido a las mujeres. ¿En qué aspectos? El otro día, por ejemplo, hicimos en conjunto una jornada de reflexión para ver cual era la situación y qué acciones podíamos emprender en el tema de la brecha salarial.

Y así, la Secretaría de Relaciones Laborales y Ocupación, junto con el ICD, –o ellos nos piden o nosotros los ofrecemos– acciones conjuntas para sensibilizar. Pues es un problema de sensibilización, no es un problema de leyes ni de normativas, porque esto ya está asumido y adquirido; ante la ley todos tenemos que cobrar el mismo por el mismo trabajo, obviamente. Pero esto no pasa en la realidad.

Si había habido algún intento de enfrentarse a este problema desde el punto de vista más social, desde de los derechos, ha fracasado, porque los derechos ya están adquiridos. Otra cosa, y es lo que pensamos nosotras y también la Secretaría de Ocupación, es que lo que se tiene que hacer: un trabajo en el ámbito de la empresa, no en el ámbito de los trabajadores. Es un trabajo que también hacemos con los sindicatos, subvencionando proyectos y programas de sus agrupaciones dirigidos a formar sus delegados sindicales dentro de sus empresas para que vayan tirando también de este discurso.

Hay varias acciones, algunas son muy incipientes, otros verán la luz dentro de este primer semestre de este año 2012.

Dentro de las preocupaciones del ICD ¿se integrarían también las preocupaciones que tiene Montserrat Gatell respecto a la situación de las mujeres?

Sí, completamente. Es que no puede ser de otro modo si eres una mujer. Y no puede ser de otro modo si ocupas un cargo que te permite conocer con bastante profundidad qué es realmente el que está pasando. Y digo esto expresamente, “conocer con cierta profundidad”, porque la mayoría de la población es ajena a todo esto.

¿Crees que los medios de comunicación tienen mucho que ver con esta realidad? Es decir, ¿qué tendría que cambiar en los medios de comunicación en referencia a la situación de la mujer? Qué tendrían que reflejar los medios?

Yo creo que a los medios de comunicación lo que nosotras debemos y podemos pedirles es colaboración y responsabilidad. Porque son un altavoz. Siendo un poco frívola, si una cosa no sale en la tele, no existe. Si no lo leemos en la prensa escrita, no existe. Entonces, los esfuerzos que hacen las administraciones y las entidades (cada una de ellas en su ámbito) para visibilizar los problemas de los derechos de las mujeres, del ejercicio de los derechos de las mujeres en nuestro país en este momento, son inmensos. Pero luchamos muchas veces contra una cosa, que es el silencio de los medios. Y esto es como David contra Goliat.

Por muchos esfuerzos que hagamos, si no tenemos un eco público nos cuesta mucho emitir este mensaje. Y esto es absolutamente necesario, y aplicable al 100% en el ámbito de la violencia machista. Por ejemplo, si (la violencia machista) es invisibilizada, es que no existe; si no existe, no hay una preocupación social; si no hay una preocupación social, no hay corresponsabilitat de la sociedad con los poderes públicos, y por lo tanto las víctimas quedan más desamparadas de lo que ya están.

Respecto a los medios, yo lepediría, si a caso, o si se me permitiese, que no contribuyan a que “las flores no hacen el verano” o sea a amplificar mucho una cosa en un momento determinado porque es vendible, sino que su responsabilidad o su colaboración tendría que ir mucho más allá, tendría que ser más periódica, más recurrente. Nos cuesta mucho que los medios vengan aquí a hablar con nosotras si no ha pasado nada. Y en cambio tenemos muchas cosas para explicar.

El año 2011 la cifra total de mujeres asesinadas en Cataluña fue de 10. Desgraciadamente, sólo han pasado dos meses desde el inicio de 2012 y ya ha habido 6. Por otro lado, puesto que mencionamos la palabra “asesinadas”, nos podrías decir a qué es debida de la tendencia de cambiar el término “asesinado” por “homicidio” ¿Cuál cree qué es la diferencia? ¿Cree que tiene algo a ver la difusión o no de los medios con el hecho que haya más mujeres muertas?

Es una cuestión terminológica del ámbito jurídico.

Pero, ¿por qué se ha cambiado? ¿Cuál es la razón?

No lo sé, no soy especialista de esto en absoluto. Pero es un poco similar a lo que pasa con los términos “violencia de género” o “violencia machista”. Tenemos una ley en Cataluña que habla de violencia machista. Lo explicita de este modo y la define. Y dice qué tipos de violencia machista existen y son reconocidos como tal por esta ley. Es una ley del derecho de las mujeres a erradicar la violencia machista sólo existente en Cataluña, y por lo tanto sólo en Cataluña se habla de violencia machista desde el punto de vista jurídico. En el resto del estado, se habla de violencia de género. Ya está.

¿Que hay diferencias? Sí, hay pensadores y pensadoras que podrían explicar cuál es la diferencia entre violencia doméstica, violencia machista, violencia de género, en el ámbito familiar, en el ámbito de la pareja, en el ámbito comunitario, etcétera, etcétera, pero son cuestiones terminológicas.

Otra cosa es el que usamos cada cual. Y esto tiene que ver sobre todo con cómo se nombran las cosas en los medios, porque son el altavoz, y con los poderes públicos, porque tenemos la particularidad de tener la relevancia puntual en un momento determinado de ostentar el cargo. Desde el gobierno hablamos siempre de violencia machista, a pesar de que muchas veces cuando hablamos con los medios esto se traduce en “violencia de género”, por ejemplo. Aquí no hay ningún problema. Hay problemas cuando se traduce en “violencia doméstica”, que es toda otra cosa.

Está claro.

Y esto ha pasado, pasó la semana pasada, por ejemplo.

¿Dónde?

No, no, aquí… es igual, en un medio, claro. Yo dije “violencia machista” y pusieron “doméstica”.

Por cierto, ha leído el artículo del académico de la RAE, Ignacio Bosque, que habla de las guías de lenguaje no sexista?

Sí, pero yo hablo de la interpretación que se pueda hacer de una entrevista o unas palabras que yo haya dicho. Yo no uso “violencia doméstica” si no es que hablo de violencia doméstica explícitamente. Si hablo de “violencia machista”, hablo de violencia machista. Si esto a veces se traduce a la hora de editarlo en oto término ya no es cosa mía, dijéramos. Con los homicidios y asesinatos pasa exactamente lo mismo. Si queremos rigurosidad con la terminología jurídica, es “homicidio”. ¿Cuál es la diferencia entre un homicidio y un asesinato?, yo ahora mismo no te lo sé decir.

Bien, según el Diccionario de la Lengua Catalana, un “homicidio” es un “delito que consiste a matar una persona sin circunstancias que den lugar a otro delito especial, como por ejemplo un asesinato o un parricidio”, en cambio “asesinar” es “matar (alguien) con premeditación y alevosía”.

Pero –ahora interviene Cristina Baulies Batiller, Jefa de prensa del ICD– la diferencia es cuando ha habido juicio. Antes todos son homicidios.

Exacto –continúa Gatell–, es que jurídicamente es así. Por lo tanto, si queremos ser rigurosos, pues tenemos que hablar siempre, hasta que no hay este juicio, de homicidios. Pero no es la terminología que usamos nosotras. Nosotras usamos siempre la terminología de asesinatos de mujeres. Que es una incorrección? No, no es una incorrección; si a caso es una interpretación. Ahora, no podríamos ir ante un juez a hablar de un asesinato, por ejemplo, y según quien hable, que no sea la presidenta del ICD, sino que sea un juez o un letrado, etc., pues hablará de homicidios. Básicamente esto.

¿La segunda pregunta era…?

Si los medios…

Ah, sí, si tiene algo a ver la difusión o no de los medios con el hecho que haya habido más mujeres muertas.

Exacto. Nos preguntamos si estamos bajando la guardia tanto en la sociedad civil como en los medios de comunicación en cuanto al problema de los asesinatos de mujeres.

¿Sabe qué pasa? Que me cuesta mucho hacer esta derivada tan directa. La violencia machista y los asesinatos de mujeres tienen unas causas y una base muy diferente a la que podemos atribuir respecto de si los medios de comunicación hacen más o menos difusión o la hacen mejor o peor, o a sí son vacaciones de Navidad, o si hay crisis, o si hay enfermedades mentales o si hay alcoholismo por el medio. Todas estas cosas son circunstancias que pueden agravar una situación determinada o que pueden explicar una situación, pero no son nunca la causa de la violencia machista.

Por lo tanto, la derivada de que estamos bajando la guardia y quizás por eso ha habido seis mujeres muertas en enero –cosa insólita, en la historia (desde que contamos las víctimas, está claro)–, no me atrevo a hacerla en absoluto.

Otra cosa es si realmente estamos bajando la guardia, y yo creo que más que bajar la guardia lo que estamos haciendo es frivolizar Estamos frivolizando un poco la lacra de la violencia machista. No recuerdo muy bien… No sé si era la señora Barea que salió en TV3 ¿Con Montserrat Vilà? ¿Fue ella? –pregunta a Cristina Baulies

– Barea… Barea, Consuelo Barea… Bien, no sé, en todo caso: una experta dijo que el año pasado murieron en el estado español 70 mujeres asesinadas por violencia machista, y que si ETA hubiera matado 70 personas en un año aquí se habría montado un escándalo, y en cambio no ha pasado nada.

Ha pasado que, puntualmente, en cada una de estas muertes, los medios han girado la vista hacia allá y la sociedad ha dicho “Ah, ostras!”.

“Otra más”

Otra más. Sí. Y ha seguido con su vida con absoluta normalidad.

Por lo tanto, más que bajar la guardia quizás lo que estamos haciendo es frivolizar y eso sí que tiene que ver con los medios en una cuestión, que es, sobre todo, en cómo se informa. Yo pienso que la base, o el secreto, el quid, está en cómo se informa.

Nosotros editamos hace unos meses con el Colegio de Periodistas y el CAC unos materiales para los medios de comunicación que fueron elaborados con los medios de comunicación.Lo que cuesta es que los medios sigan esas recomendaciones de como informar. No se trataba sólo de temas de violencia machista, pero también y sobre todo de temas de violencia. Y en cambio pasan cosas muy extraordinarias. Resulta que basamos muchos artículos de diarios muy prestigiosos en el testigo de unos vecinos, o en aquello de “me parece que era normal” o “es que yo creo que…”. ¿Quién (lo dice)? El vecino de arriba, el de abajo, la mujer que le vendía el pan cada día, la pescadera… ¿Quién?

Esto frivoliza los casos de violencia machista cuando de lo que se tendría que hablar -puesto que tenemos media página o una página en los diarios, o unos minutos a un nformativo o a una tertulia radiofónica, o medio minuto en la televisión, en el telediario…- otras cosas. O, en todo caso, aprovechar, y que no se me malinterprete el término, estas situaciones para hablar realmente de qué es la violencia machista. ¿Cómo la identificamos? Tenemos un problema gravísimo porque nos cuesta identificar la violencia machista. Les cuesta a las mismas víctimas…

Este es el esfuerzo. Y si entodas las noticias debajo pusiera el teléfono gratuito de atención a las mujeres en situación de violencia nos haríamos todas y todos un favor: difundir de una manera natural en el momento que la sociedad y los medios miran hacia all. Es un buen instrumento, muy válido, que además cuesta mucho dinero y que está a disposición de todo el mundo. Y en cambio es poco conocido

Para finalizar esta parte de la entrevista, hace unas dos semanas se publicaron unas declaraciones suyas según las cuales defendía la abolición y no la regularización de la prostitución. Fueron muy polémicas por su interpretación enlos medios. ¿De qué contexto surge esta afirmación?

Es una entrevista que me hizo EFE. Después emitió un teletipo y algunos diarios se hicieron eco.

Está claro. Es que cuando se descontextualiza te preguntas: “en qué contexto se hicieron estas declaraciones?”

Pues fue una entrevista de una hora y media aquí, hablando de muchísimas cosas. Lo que pasa es que pusieron el foco en aquello. Y, a ver, tenemos que partir de una base: yo no soy ingenua, o procuro no serlo. El gobierno de Cataluña no tiene ninguna competencia para abolir ni regularizar la prostitución.

Si me pregunta qué me gustaría a mí, pues a mí me gustaría vivir en una sociedad donde las mujeres no tuvieran que prostituirse, donde tuvieran todos los derechos asegurados y donde tuvieran las mismas oportunidades que los hombres, lo cual seguramente haría que no se tuviera que recurrir a según qué tipo de vida.

Y no estoy hablando de cuestiones morales, sino de cuestiones de derechos de las mujeres y de integridad, y de asegurar una manera digna, de dignidad de vida. Por lo tanto, el horizonte, según mi opinión, tendría que ser este.

Si nosotras podemos hacer algo o no, yo lo remarqué mucho. El ICD en la situación actual la única cosa que puede hacer es intentar influir en la forma de vida de estas mujeres. Y lo hacemos no directamente, porque además hay otros estamentos que se ocupan, pero sí a través del apoyo a las entidades que sí que lo hacen, y aquí en Barcelona hay muchísimas.

¿Qué es lo que me preocupa a mí, como presidenta del ICD? Cómo viven estas mujeres. ¿O es que a alguien se le escapa la gran influencia de la violencia machista en este ámbito? ¿En los abusos a las mujeres? Tanto da,  a que se dediquen. Parece que según qué discurso hacemos, justificamos que según que pase en un ámbito determinado. Porque, claro, como que es en el ámbito de la prostitución y no podemos decir que no queremos prostitutas porque lo que tenemos que decir es que las mujeres se pueden dedicar a lo que quieran… no seamos ingenuas! Pero, vaya, es mi opinión, ¿eh?

Entonces, por lo tanto, como presidenta del ICD, lo que hacemos es mirar de colaborar con las y los agentes sociales que haga falta y políticos si se tercia –también, obviamente esto se hace con Interior, hay programas y circuitos y otros recursos para conseguir la máxima protección de estas mujeres.

Yo no pongo en juicio ni en valor ni en discusión si son prostitutas o no, pero no podemos obviar que lo son, y que por lo tanto tienen unas circunstancias de vida que las determinan a no tener los mismos derechos ni siquiera que el resto de mujeres. Ahora, el objetivo, el horizonte futuro, el horizonte último, utópico, dejémoslo en esto, en utópico, según mi opinión, sería poder vivir en un lugar donde las mujeres no tuvieran que prostituirse, donde las mujeres no fueran una mercancía, y dónde no fueran abusadas sexualmente, económica y de cualquier otra manera por esta razón.

Muchas gracias. ¿ Le gustaría añadir alguna otra cosa?

No, me está muy bien así, sí.

Perfecto. Pues ahora, Carmen (Carmen G. Aragón) le hará un tipo de test. Le dirá unas palabras y usted tienes que decir lo primero que le venga a la cabeza

Ay, Dios! Y no se puede saber antes –pregunta Gatell–, es el efecto sorpresa, no? –añade riendo.

Ya verá cómo se lo pasa muy bien.

No, no, si yo me lo estoy pasando muy bien –ríe Gatell–. Otra cosa será ver como saldrá esto! O sea, que lo que tengo que decir es aquello que me sugiera lo que me digas tú –dirigiéndose a G. Aragón.

Sí, exacto. Lo primero que le venga a la mente.

–Ay, ay! –ríe Gatell, divertida.  

La propuesta le hace mucha gracia. Pondremos a prueba su espontaneidad.

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* Nacida en Sabadell el año 1971, fue alcaldesa de Castellar del Vallès por Convergència i Unió (2004-2007) y tenienta de alcalde en el ayuntamiento del municipio, donde también coordinóel Área Social y la gestión de las concejalías de Cultura, Comunicació i Ensenyament (2003-2004), y de Joventut i Comunicació (1999-2003). Por otro lado, ha sido vicepresidenta del Fons Català de Cooperació (2004-2007), miembra de la Comissió Mixta d’Educació (desde 2007), y, desde 2007, fue asesora en temas de igualdad y género en la Associació Catalana de Municipis.

Gatell es licenciada en Filologia Semítica (especialidad en árabe) y tiene un postgrado en Gestió d’administracions públiques (Aula d’Alts Estudis d’Electes-Associació Catalana de Municipis i Comarques i Universitat Autònoma de Barcelona, 2006). Actualmente estudia segundo grado de Filologia Catalana en la UOC.

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Fabiola Llanos

Fabiola Llanos

Ecofeminista. Periodista i comunicadora social xilena / catalana. Especialitzada en imatge, arts gràfiques, producció audiovisual, neurolingüística i drets de les dones. Vaig parir La Periòdica. Co fundadora de La Independent.
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