Teresa Llorens en la Sesión inagural del curso 2019-2020 @Diba
L’Escola de les Dones, de la Diputación de Barcelona, ha abierto su curso anual con unas palabras de Teresa Llorens, coordinadora del ámbito de Cohesión Social, Ciudadanía y Bienestar y ha destacado que es un espacio abierto y dinámico que ofrece educación de adultos a lo largo de toda la vida. La lección inaugural corrió a cargo del periodista y escritor Marc Amorós que reflexionó sobre el pensamiento crítico en la sociedad de la (des) información.
Pilar Colomo i Ruiz se siente muy bien cuando llega a l’Espai Francesca Bonnemaison, que alberga l’Escola de les Dones, y otras instituciones dedicadas a fomentar la participación activa de la ciudadanía en todos los ámbitos de la cultura e impulsar políticas de igualdad de género y de oportunidades. Ella es una de las más de tres mil alumnos que han comenzado este curso en esta escuela para adultos de la Diputación de Barcelona que el 87% del alumnado son mujeres.
La lección inaugural la hizo el periodista y escritor, Marc Amorós que reflexionó sobre el valor del pensamiento crítico en la sociedad de la desinformación y las noticias falsas. También Teresa Llorens, coordinadora del ámbito de Cohesión, Social, Ciudadanía y Bienestar destacó que l’Escola de les Dones “es un espacio abierto, dinámico, accesible y comprometido que ofrece oportunidades diversas de educación a lo largo de toda la vida para mejorar como personas y como sociedad “. Pilar, a la salida, comenta con una compañera que a ella l’Escola le ha enseñado a ser muy crítica ante la sociedad que le ha tocado vivir.
Pilar Colomo i Ruiz,segunda planchadora empezando por la izquierda @Diba
Su perfil era el de un ama de casa que trabajaba en las oficinas de un taller de moda. Se casó joven. Su marido aportaba el sueldo a la familia y ella se quedó en casa cuidando de sus hijas gemelas. Ni el gimnasio la llenaba, ni tampoco aprendizajes puntuales hasta que se inscribió en la Escola de les Dones antes de cumplir los cincuenta.
Fue para estudiar historia del arte y ha aprendido muchísimo más. Pilar que se define como persona de una generación que preguntar no estaba bien – dice en La Independiente- “mi mundo ahora es mucho más amplio no sólo por los conocimientos que he adquirido si no también porque como mujer me he empoderado . Veo la vida de otra manera. Soy capaz de dar mis opiniones, de preguntar, de argumentar y tengo curiosidad por muchas cosas. Y todo esto lo he aprendido en l’Escola de les Dones “.
Asignaturas para los jóvenes
Al llegar a clase se cruza con Katy Avilés i Mata que es una de las alumnas más antigua de la Escuela e intercambian unas opiniones.Katy hace 17 años que comenzó una formación permanente que la ha llevado a tener cada vez un horizonte más abierto. Katy se jubiló a los sesenta después de haber sido durante mucho años la responsable de administración de una importante empresa de coches y, después, quiso seguir los pasos de su madre en l’Escola de la Dona.
Pensó que en esta nueva etapa que comenzaba después de la jubilación una de las cosas que quería aprender era a cocinar bien. Esta curiosidad la llevó a entrar en l’Escola e hizo infinidad de cursos desde museos, arte, cocina, catalán, literatura, fotografía, su ciudad, historia, música, filosofía, inglés y muchos más. La escuela ha sido un regalo para continuar su formación, el misterio del placer de aprender, y tiene recuerdos muy buenos porque disfrutó y disfruta de profesores entrañables.
Katy Avilés i Mata, segunda por la derecha @Diba
“Para mí las materias que se dan son muy buenas y como las imparten aún más, dice Katy en La Independent. Veo que hay muchas asignaturas para los jóvenes que pueden acceder a la titulación y les permite después entrar en el mundo laboral por ejemplo para hacer patrones, moda, ilustración y tantos otros. Yo tengo ya una edad y todavía me planteo hacer algún voluntariado porque he recibido mucho de la escuela. Hay alumnos mayores y otros más jóvenes. Pero a cada uno de ellos se le puede leer en la cara que están contentos porque en cada clase descubren cosas nuevas “. Terminamos la conversación y me lee un texto de agradecimiento que se leyó cuando la Escuela cumplió 130 años, donde resalta los 125 años construyendo un camino hacia la igualdad 1883-2008, y que ahora las mujeres afortunadamente, son protagonistas de sus vidas. Este texto, concluye con una poesía de Maria Mercè Marçal.
cursos vigentes
Este año l’Escola ofrece 244 cursos, de los que cinco de ellos están centrados en la temática de mujeres y LGTBI. 8 de cada 10 alumnos proceden de la ciudad de Barcelona y el perfil medio del alumnado es el de una mujer de entre 51 a 69 años de edad. Todas las personas mayores de 18 años pueden obtener aquí conocimientos teóricos y prácticos para ejercer una profesión, completar su formación o desarrollar nuevos intereses intelectuales.
María Prats i Ortega que tiene 29 años se había criado en un taller textil de Igualada. Dijo a sus padres que quería estudiar a Barcelona para dedicarse al mundo de la moda. Su madre la intentó disuadir. Tras un periplo de unos cuatro años en la Ciudad Condal llegó a l’Escola de les Dones donde comenzó a estudiar en 2012 y pronto tendrá en el bolsillo el título de “Especialidad de Moda de 2470”. Se informó sobre diversos tipos de estudios y mirara hacia donde mirara siempre tiraba hacia el lado de la moda.
Maria Prats i Ortega en clase de patronaje y costura @Diba
“Yo sabía lo que quería hacer- dice a La Independent- pero no sabía desde donde podría realizar el sueño que tenía desde pequeña. Aquí empecé por la costura, la confección y el diseño. Cuando termine quiero quedarme en Barcelona porque ofrece un entorno laboral favorable al diseño. Y quiero terminar siendo patronista para alguna gran empresa. Creo que lo puedo hacer y hacerlo bien “. María ha aprendido a querer todo el proceso de creación de una pieza de ropa. Su madre tenía un encargo para hacer unos vestidos de niña y recibió el regalo de María que le hizo los patrones. En l’Escola de Dones le han enseñado hasta dónde puede llegar y está convencida de que lo logrará con una formación permanente y siendo fuerte en idiomas “porqué que el mundo no para y nos tenemos que adaptar a todo aquello que es nuevo”, concluye . Quería aprender un oficio y está a punto de dar el paso a acceder al mercado laboral.
Y una ya exalumna Anna Aparicio i Catalán, con 28 años, que estudió en l’Escola de les Dones y, en su caso, ya vuela sola. Ya está en el mundo laboral. Se dedica a la ilustración desde hace cinco años. Publicó su primer álbum ilustrado, el año 2014, que se llama Rebequeries, de la editorial Takatuka fruto de un concurso que organizó la Escuela de las Mujeres y que ella ganó. “Tengo una carrera universitaria – explica Anna a La Independent- pero lo que me ha permitido entrar en el mundo laboral y, ha sido mi paso profesional más importante y vital, ha sido l’Escola”.
Anna Aparicio i Català ilustrando “Amaryllis” @MªJosé Català
Cuando hacía tercero de Bellas Artes, que para ella son unos estudios demasiado amplios, se matriculó en l’Escola de les Dones, en el departamento del área de ilustración que coordina Ignasi Blanch, ilustrador que la ayudó a desarrollarse a nivel laboral. Y allí comenzó lo que será un futuro muy prometedor. “Mi paso por la Escuela fue decisivo para mi carrera. Es admirable que la Diputación disponga de una escuela pública de adultos que mantiene el criterio cualitativo de esta disciplina tan necesaria. Es una suerte que la Escuela ofrezca recursos y herramientas para poder entrar en del circuito del mundo del arte, termina “.
reconocimientos
El trabajo de Anna ha sido reconocido con diferentes premios de ilustración internacional, como el Golden Pinwheel Young Illustrator Award de China, Nami Concurso de Corea del Sur, el premio editorial Livio Sossi organizado por Lucca Comics & Games en italia o el catálogo White Ravens.
Este curso ha sido invitada un trimestre a dar clases en l’Escola de les Dones y eso le parece muy interesante. Anna no cambiaría nada de la Escuela quizá lo que le gustaría sería ampliar la oferta educativa de los estudios.
136 años formando para la vida
En 1883 la Diputación de Barcelona creó la Escuela de la Mujer, en un tiempo en el que el país vivía un momento histórico caracterizado por una voluntad de progreso en todos los ámbitos: cultural, económico, político y social.
Entonces las mujeres de clase más popular ocupaban ya el 40% de los puestos de trabajo en las fábricas mientras que las mujeres de familias acomodadas se centraban en su papel en el hogar.
Algunas mujeres intelectuales de la época intentaron incidir en la brecha social existente a través de la formación y profesionalización de las de la clase obrera; es el caso de la Carme Karr y Dolors Monserdà, de Solidaritat Catalana, por ejemplo. Carmen Ruiz Alá era modista y vio que muchas mujeres de las clases populares se dedicaban a coser pero no tenían estudios; entonces decidió promover una escuela específica, la Escuela Provincial de Corte, la primera Escuela de la Mujer, de la que fue su primera directora, con el objetivo de enseñar el oficio de la moda y la confección a las mujeres para capacitarlas profesionalmente y que pudieran ganarse la vida y ser autónomas. La escuela tuvo mucho éxito, pasó de 30 a 122 alumnos en 10 años y tuvieron que ampliar plazas e instalaciones.
Las alumnas empezaban las actividades con el ganchillo. @Diba
La Mancomunitat de Cataluña, creada en 1914, reforzó l’Escola de la Dona que se convirtió en una referencia en la promoción y la enseñanza de las mujeres a lo largo de su vida en Europa. Francesca Bonnemaison, que había creado la Biblioteca Popular de la mujer, en 1910 y que después se convirtió en el Instituto de Cultura de la Mujer, entró a formar parte del Patronato de l’Escola, para dar apoyo a la dirección, a pesar de que se trataba de dos entidades diferentes. La Escuela estaba directamente relacionada con el mundo de la confección y actividades manuales y domésticas mientras que el Instituto estaba enfocado hacia nuevas profesiones femeninas relacionadas con el sector servicios. En 1923 se incorporan las clases de cocina a las enseñanzas de la Escuela.
Hacer las cosas muy bien hechas
Durante la Guerra Civil, la actividad en l’Escola de la Dona continúa e incluso se incrementa, pero con la dictadura franquista l’Escola cambia su ubicación a la calle de la Pietat, bajo la dirección de Montserrat Sindreu, desde el 1945 y durante 30 años. La mamá de la Katy Avilés i Mata había participado en la etapa inicial de la que entonces se llamaba, Escola de la Dona. Por eso Katy tras la jubilación se inscribió para continuar su formación.
Después se abre una nueva etapa en l’Escola, con un aumento de las inscripciones, abriendo incluso dos sucursales en la Bordeta y en Poble Sec, por la demanda de mujeres que se querían profesionalizar en el sector de la costura.
Con la progresiva entrada de las mujeres al mundo laboral a partir de los años 70, se pide la homologación de sus estudios como formación profesional y la adscripción de la escuela en el Institut Politècnic de l’Escola del Treball. A finales del decenio se incorporan los estudios artísticos y en 1984 se crean 4 departamentos: artes aplicadas, moda, turismo y hostelería, y el de artesanías, abandonando las enseñanzas regladas y apostando por las enseñanzas a lo largo de la vida, que había sido el alma de la escuela; en 1989 culmina su apertura a la sociedad abriendo su matrícula a los hombres. En 2003, bajo el peligro de su desarticulación, la Diputación de Barcelona incorpora la Escuela de la Mujer como parte de su Oficina para la Promoció de la Igualtat entre hombres y mujeres y recupera su sede original en la Calle de Sant Pere més Baix.
Terrados de Barcelona donde las alumnas hacían la gimnasia @Diba
Desde su fundación, l’Escola ha contribuido a formar en diferentes especialidades a múltiples generaciones de mujeres de la ciudad. Para muchas de ellas el paso por la Escuela significaba no sólo la posibilidad de acceso a un trabajo remunerado sino también el acceso a la libertad y a la cultura. Como centro de formación de personas adultas a lo largo de la vida, en la actualidad destaca por la amplitud y singularidad de una oferta formativa no reglada en enseñanzas moda, arte, cocina, lenguas, humanidades y tecnologías, accesible para todos .
Como explicábamos antes a modo de ejemplo, la mamá de Katy Avilés i Mata que había participado en la etapa inicial de la que entonces se llamaba Escola de la Dona siempre le había dicho a su hija que ella iba a aquel centro porqué allí ayudaban a las mujeres a profesionalizarse y se aprendía a hacer las cosas muy bien hechas. Estas palabras de su madre siempre las tenía en la cabeza. Por este motivo, ella después de su jubilación se inscribió en el centro y, hasta ahora, hace 17 años que continua su formación.
*(En la propera edició de La Independent el reportatge continuarà amb la Biblioteca Francesca Bonnemaison que és una de les joies de la corona de la Diputació de Barcelona perquè és la que té el fons de gènere més important de la Ciutat)
