“El 34 % de votos ha dado mayoría absoluta al PP. Yo quitaba aún más en cultura, total, ¿Para lo qué nos ha servido hasta ahora? No sabemos ni votar…” comentario anónimo diario Público. 4 de mayo de 2012.
Habemos personas que estamos pasando por malos momentos. Y no hablo sólo de “presupuestos”, sino de desazón, de tristeza al ver que cada una de las razones por las que pensábamos estar viviendo cada vez más integradas en el legado de la Europa de Goethe, de Curie, de Mozart, de esa Europa que sobrevivió a dos grandes guerras siendo consciente de lo que no se debe hacer, van desapareciendo. Eran una mera ilusión.
Mi profesora rusa de “Método” en la universidad me dijo alguna vez que a las dictaduras les gusta controlar las dosis de cultura y educación, porque es en base a estas que las personas van creando su sentido de la justicia (por ende, también el de las injusticias), del propio valor y de la consciencia social. Hasta el día de hoy le creo. Lo que le faltó añadir fue que el neoliberalismo es la más destructiva de las dictaduras, y fue la herramienta del capitalismo salvaje post Segunda Guerra Mundial para subyugar al mundo. ¿Cuánta cultura, cuanta educación puede recortar un Estado por “necesidad” o “circunstancias excepcionales”?
Este año por primera vez he ido siguiendo los presupuestos Generales del Estado para 2012. También sé que a estos recortes presupuestarios se sumará lo que venga impuesto como condición por la Europa “de verdad”, después de que el gobierno español elegido por una mayoría absoluta del 34% decidiera rescatar otra vez a una banca miserable, infausta, antro de serviles e inútiles y guarida de criminales que jamás veremos entre rejas.
La verdad también es que debo confesar que siempre he tenido mis serias dudas sobre cómo se utilizan y destinan los recursos del Fondo de Protección a la Cinematografía. Pero ese es otro tema. El asunto que nos convoca es que -como siempre- pagan quienes no pecan (ya hablaremos también de la santa iglesia). Si ya eran nimios estos recursos, este año caen un 35%, mientras el Instituto de Cinematografía y las Artes Audiovisuales pierde un 35,4% (de 106 millones a 68,86 millones).
Como dicen en sudamérica, “menos peor” le ha ido al Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), que pasa de 165,95 a 137,68 millones, un 17% menos. La Dirección General de Políticas e Industrias Culturales y del Libro cuenta con 3,4 millones de euros, un 22%. Por último, la partida de Museos pasa de 204,78 millones a 177,51 (- 12,9%).
El cine se ha llevado la peor parte, puesto que el recorte es mayor que el 21% de recorte adjudicado al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en conjunto. Podría ser (como perseguida que soy) que se haya visto especialmente castigado por no ser especialmente “pro PP”, y por haber demostrado una influencia notable en la política cultural y social en los gobiernos socialistas. Los rodajes han disminuido drásticamente. Nadie se atreve a iniciar, excepto, quienes no tienen nada que perder.
Me explico. Yo no lo sabía, pero existe la obligación de anunciar el principio de un filme al menos 15 días antes de iniciar rodaje al Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA). Durante el primer cuatrimestre de este año se han iniciado 25 rodajes, la mayoría cortos o documentales. Eran 74 los que se iniciaban durante el mismo periodo de 2011.
El futuro del cine español no existe, ha de reinventarse desde las cenizas: los 76 millones del presupuesto en 2011 del Fondo Nacional de Cinematografía se quedarán este año en 49, pero de estos, la trampa es que 35 a 40 millones están destinados por ley a pagar las deudas contraídas por Cultura, las ayudas por taquilla, con las películas estrenadas en el segundo semestre del 2010.
A esto se suma que la partida del ICAA (que cae otro 35%) es de donde también se derivan recursos para tres festivales: San Sebastián, Málaga y Huelva. Estos, dejarán de existir, pues la financiación privada a la que tanto se apela, tampoco existe, o si llega deprime y degenera estas iniciativas.
Hay otros recortes relacionados: Asuntos Exteriores bate el récord ministerial con un 50% de tijeretazo. Todo lo avanzado y ganado en Cooperación Internacional pasó a mejor vida gracias a esta decisión política. Tampoco se libran la Biblioteca Nacional (14,2% el año de su tricentenario); el Instituto Cervantes (5,4%) o el Museo Reina Sofía (14%). Ni que hablar de lo que significa recortar en Educación, trabajo y salud. Lo importante no radica en las dimensiones de este tipo de recortes, sino en lo que significa: la destrucción, el aniquilamiento de la ciudadanía.
Aparte de mandar a la juventud a servir cafés a Londres, ¿también tendremos que hacer turismo educativo y cultural allá? ¿Cuanto hace falta para llevar a una sociedad a su completo fracaso? Según mi maestra de método, “estamos trabajando en ello” y así, el gobierno de turno y toda la clase política lo conseguirán, muchísimo antes de lograr reducir al 3% el déficit público en 1 o 200 años.
