Joaquina Dorado Pita. foto María PB.
El 14 de marzo pasado falleció Joaquina Dorado Pita, tres meses antes de cumplir los 100 años.
El día 17 tuvo lugar su despedida, en una ceremonia civil a la que acudimos un gran número de personas, todos militantes de izquierdas y algunas feministas. Se relató su historia, se pasaron fotos de su vida, se puso su música favorita, se dijeron hermosas palabras, de reconocimiento por su lucha: la de una heroína anónima. Y finalmente, una soprano cantó “El cant dels ocells)..
Hermosos ramos de flores la acompañaron. Sobre su féretro la bandera anarquista y dos rosas rojas. Y en su recordatorio, un poema de su poeta favorito: Federico García Lorca, que dice:
“Si muero, dejad el balcón abierto.
El niño come naranjas
(Desde mi balcón lo veo)
El segador siega el trigo
(Desde mi balcón lo siento).
¡Si muero, dejad el balcón abierto!”.
Posteriormente fue incinerada.
La historia de Joaquina
Nació en A Coruña, en un barrio de pescadores, en una familia muy humilde. En 1.934 la familia se instaló en Barcelona y en 1.934 ella se afilió a la CNT, donde comenzó a militar el 19 de julio de 1.936. Ingresó entonces en las Juventudes Libertarias y trabajó en el Consejo Económico de la Industria de la Madera socializada, donde fue primero secretaria y después Presidenta. En Barcelona conoció al que fue su compañero para toda la vida, Liberto Sarrau (1929-2001)
Exiliada en 1.939, pasó por tres campos de concentración, uno de ellos reservado para prisioneros alemanes. Se fugó de dos de los campos. En 1946 regresó a España, con Liberto y otros compañeros, para luchar en la clandestinidad contra la dictadura. Fue detenida en 1948, pasando 18 días en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Vía Laietana, donde fue salvajemente torturada. En marzo entraba en la prisión de Les Corts.
Fue juzgada y condenada a 15 años de cárcel por “auxilio a la rebelión”, saliendo en libertad condicional en 1.949, por invalidación del consejo de guerra que la condenó. Fue nuevamente detenida en Ripoll, cuando pretendía pasar la frontera, para abandonar el país, en compañía de Liberto. Fue condenada a 12 años de cárcel por el mismo motivo “auxilio a la rebelión”.
Gravemente enferma fue trasladada al Hospital Clínico, donde le fue extirpado el riñón, que había quedado inutilizado a causa de las torturas. Allí permaneció tres meses y salió a “morir en su casa”, desahuciada. Salvó la vida gracias al médico naturista Dr. Ferrándiz y al tratamiento de penicilina financiado por el sindicato de la CNT.
Recuperada y dado que le faltaban por cumplir tres meses de cárcel, decidió ingresar voluntariamente para cumplirlos, a fin de poder mantener a sus padres ya mayores y a Liberto , que se encontraba en prisión. En la cárcel trabajaba de costurera y ganaba algún dinero. Estuvo encarcelada casi tres años, siendo puesta en libertad el 13 de febrero de 1.953.
En 1956 logró pasar a Francia, cruzando a pie los Pirineos, con la ayuda del guerrillero Quico Sabaté, con el que pasó un tiempo en las montañas pasando a otros exiliados. El 30 de junio le fue concedido por segunda vez el estatuto de asilada. Se estableció en Toulouse, trabajando de costurera. En 1.958 Liberto también escapó de España, tras pasar 10 años en prisión, de los 20 y un día a que había sido condenado en el mismo consejo de guerra que Joaquina. Se establecieron en París.
En 2.001 falleció Liberto y en 2.006 Joaquina regresó a Barcelona, para establecerse de forma permanente. El 1 de marzo de 2.007, junto a otras 30 mujeres gallegas (Mulleres con Memoria), recibió un Homenaje de la Xunta de Galicia, en Santiago de Compostela.
En 2.007, al cumplir 90 años, la conocimos un grupo de mujeres feministas y otras libertarias. Le organizamos una fiesta homenaje.
Joaquina bella, de físico diminuto, pero de voluntad férrea y de ideología, valores y valentía gigantes. Sin aparentar su enorme fortaleza con esa engañosa fragilidad física, con la valentía que le daban sus convicciones, de lucha por la utopía de un mundo justo para todos, hombres y mujeres. Y respetuoso con la naturaleza y los animales.
Cada año, el 20 de noviembre, Joaquina, junto a Antonina Rodrigo, Conxa Pérez y Llum Ventura, han organizado un Homenaje a Durruti, Ferrer y Guardia y Ascaso, en el Cementerio de Montjuich, en nombre de Mujeres Libertarias.
Los últimos años de Joaquina:
Desde 2.006 ha vivido sola, colaborando en muchas actividades anarquistas y de Mujeres Libres, de feministas. Su casa era como una embajada. En ella recibía a decenas de militantes, de historiadoras/es… y les ofrecía su visión del mundo, su experiencia, su energía y los materiales que pudieran ayudarles a poner negro sobre blanco la verdadera historia del país, tan alejada de la que impuso el franquismo y se sigue estudiando todavía en no pocas escuelas, siguen mostrando libros o medios de comunicación, faltando a la verdad.
En el último año, Joaquina fue encontrada tirada en el suelo y desmayada, tras reventar los bomberos su puerta, alertados por las vecinas. Fue ingresada en el Hospital del Mar y tras ser dada de alta, fue ingresada en una Residencia, sin el beneplácito de Joaquina. Ella se escapó de la residencia y regresó a su casa, a vivir sola. Y decía, socarrona: “¡No pudieron conmigo los nazis, iban a poder éstos!. Me escapé entonces de campos de concentración y me escapo ahora, para vivir libre”…
Hiciste camino Joaquina. Seguimos…
Montse Fernández Garrido
Abogada y Mediadora para la mujer y la Familia
Militante Feminista desde 1.978
Hija y nieta de represaliados
