martes 16 abril 2024

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Gaby Bonavitta, del feminismo popular a funcionaria municipal

 

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Gaby es comunicadora feminista y reconocida militante feminista popular latinoamericana.

 

A pocos días de asumir cargo recibió a Diario Digital Femenino en su despacho para hablar de esta nueva etapa que nos involucra a todas. Contarnos cómo piensa encarar las políticas de género de la ciudad de Santa Rosa, qué estrategias, con qué alianzas y marco.

Nació en provincia de Buenos Aires, y desde muy pequeña, alrededor de los 8 años vino con la familia a vivir a Santa Rosa, La Pampa. Sus comienzos militantes fueron desde la comunicación y la cultura pampeana, «mi vida entera es acá llegué desde muy pequeña, mis hijas nacieron acá. Santa Rosa siempre me pareció un lugar donde había muchas cosas para hacer. Saliendo de aquel paso adolescente de lo que no hay porque siempre estás mirando para fuera, encaré mis proyectos laborales. El primero un radio, la primera radio de rock que se pudo sostener durante muchos años, que fue también mi primer espacio de militancia de la cultura local».

 

 

Lenny Cacere

 

 

¿Con el feminismo cuándo te cruzas?

-Adentro de la radio, que era independiente por supuesto, donde estaban las puertas  abiertas para todo tipo de programas. Ahí conocí el Movimiento por los Derechos Humanos, ese fue mi primer espacio de militancia más social, más hacia afuera, porque hacían unos micros radiales y me empecé a sumar ahí. En 2008/2009 conocí a Mujeres por la Solidaridad que tenían un programa. Nació como un bloque y terminó siendo un programa todos los miércoles a la noche, yo hacía la operación técnica y la puesta en el aire.

El rock es un mundo muy machista y el feminismo no era parte de mi lenguaje, en este programa estaban Cristina Ércoli, Moni Rodríguez, Mirta Fiorucci y empecé a ver en cada programa que había un discurso que me interpelaba desde todo punto de vista; desde mis actitudes cotidianas, los espacios que habitaba, con quién los compartía y hasta mi desarrollo familiar. En el 2009 con seguridad es que me empiezo a reconocer en el feminismo, donde rompo con un montón de cuestiones de mi vida cotidiana y comienzo una vida completamente diferente.

¿La militancia política/partidaria también nace desde ese lugar?

-En el 2016 empiezo a hacer prensa para Nuevo Encuentro La Pampa, ese fue mi acercamiento. En ese año viene Martín Sabbatella, ellos, junto a (Axel) Kicillof, hacían la Plaza del Pueblo, donde comienzan a recorrer el país, a construir el triunfo de hoy sin lugar a dudas. Ese mismo día se inaugura el local de Nuevo Encuentro, ahí me empezaron a pasar un montón de cosas que no había sentido en otros espacios de militancia que eran más sociales, ese día me afilié y no paré de militar hasta hoy. Soy responsable provincial de “género y disidencias” dentro del Partido. Es un espacio que me representa completamente.

¿Cómo pudiste compatibilizar ese feminismo con la militancia partidaria, estructura que no es común a estas luchas y reivindicaciones?

-Las estructuras partidarias son todas bastante patriarcales, algunos más otros menos pero todas están atravesadas como toda estructura vertical. Fue un desafío, en Nuevo Encuentro hay un receptor importante de todo lo que plateamos con las compañeras desde nuestro que es Martín Sabbatella. Él recepciona cada una de las situaciones o tensiones que cada una lleva como militante, formo también la mesa nacional de Comunicación, Género y Disidencias del partido, que hasta haced dos años era el Frente de Mujeres, y empieza a suceder, obviamente, desde la construcción de este movimiento político que es el más importante de los últimos años, surgen las voces de compañeras que no se sienten mujeres, que necesitan ser nombradas. Nacen las expresiones de mujeres y lesbianas, travestis y trans. En el Encuentro de Mujeres de Trelew hicimos una reunión de referentas provinciales, con Mónica Macha, una compañeraza del partido, diputada nacional y ahí se decidió que se iba a cambiar el nombre, no solo porque no se sienten nombradas sino que estamos excluyendo al nombrarnos solo como mujeres. Fue el primero o el único partido que deja esto de lo femenino o de mujer para ampliar a identidades sexo genéricas súper políticas, así nace “Género y disidencias”. Es un desafío militar feminismo dentro de las estructuras partidarias, lo hago en Nuevo Encuentro porque hay un receptor, porque hay muchas compañeras/es que nos impulsamos, nos damos los debates porque sabemos a dónde vamos y porque sabemos que esos debates que vamos a dar tienen una escucha y una respuesta

¿Qué pasa con las mujeres que insisten en sentirse excluidas al mencionar género, al no ser nombradas?

-Sí, no tengo nada para decir a quienes se quieren seguir nombrando como mujer, la mujer como sujeto político tiene una gran lucha dada, y está muy bien que la quieran sostener. Sí doy la discusión y me paro fuerte cuando mi nombramiento de mujer como sujeta política quiere dejar afuera a las lesbianas, travestis, trans y todas las disidencias, ahí sí tengo muchos reparos. El ser mujer no es una cuestión biológica y ya lo sabemos, y la misma lucha que nosotras hemos dado, y que hoy es cierto que como mujer no estamos en igualdad de condiciones respecto a los hombres, pero si en lugar de privilegio ante las disidencias. Entonces habiendo superado un eslabón, querer pisotear a las compañeras que vienen atrás luchando, en vez de pensar enorme abierto, con las disidencia, feminismo popular latinoamericano

La mujer nunca va a estar invisiblizada, tiene un camino híper ganado desde el cual se puede posicionar para acompañar y sumarse a la lucha de las disidencias. Creo que el feminismo tiene que ser amplio o vamos a terminar peleándonos entre nosotras, y ahí la desigualdad va a ser cada vez peor, no nos tenemos que entretener con esas cosas. El feminismo propone esto, la ampliación de derechos, y las libertades de elección, mientras esa sea la consigna hacia allá vamos.

¿Cómo llegas a este espacio? Es la primera vez que tenemos una feminista popular en el área de género…

-Empiezo a trabajar cerca de Luciano (Di Nápoli) en 2018, me convoca ya pensando su postulación a intendente para la coordinación de la mesa de género de lo que iba a ser la campaña. Me ubico en el Centro de Estudios Pampeanos (CEPam) para diseñar estrategias, en la campaña con el mismo rol y ahí se abrió a quienes querían  ser parte de esas políticas públicas con perspectiva de género que queríamos proponer a la ciudad de Santa Rosa y a medida que fuimos ganando elecciones, porque tuvimos varias desde febrero de 2019, esa comisión iba creciendo, se sumaron desde la diversidad y ahí acordamos que si ganábamos la ciudad esta dirección se iba a llamar: Dirección de Géneros y Disidencias. Me pasó el año pasado que cuando voy a la reunión nacional de la comisión de Géneros y Diversidad del Frente de Todos, nos encontramos que nos pidieron que dejáramos “disidencias” para la lucha colectiva en las calles y que no se las lleve a los organismo públicos. Cuando Luciano me convoca decidimos la ampliación a Dirección de Políticas de Géneros y Diversidad.

Acepté este cargo con un gran desafío y el compromiso que merece. Estamos pensando las políticas públicas, y con las acciones que tomamos definiendo la calidad de vida de las mujeres que llegan acá. Es un lugar de responsabilidad fuerte y constante. Fue un cimbronazo en lo personal, venir de la militancia feminista, social, partidaria a un cargo de funcionaria en políticas de género. Me replanteo constantemente que cosas sí, que cosas no, qué traigo de antes y necesariamente quiero que estén porque para eso también quiero estar en este lugar, en ese sentido me parece que lo que ordena esto es la responsabilidad política, no olvidar lo que estábamos exigiendo en la Plaza a la hora de definir lo que vamos a hacer acá.

Y desde esos espacios que compartíamos… ¿Cómo recepcionaron tu designación?

Me sentí muy abrazada, con sorpresas. Lloré mucho de emoción Eso me suma más responsabilidad. Me trasmitieron el mensaje “una de las nuestras está en ese lugar” y es muy fuerte.

Sentir que con la consigna que nos pegaron mucho en la calle “no nos representan” ahora las compañeras digan “me representa” es un montón, y como te digo, una enorme responsabilidad. Ahora viene juntarnos, contarles lo que encontré, que me cuenten qué esperan que suceda, construir desde el feminismo y no desde las viejas estructuras partidarias. Que esta política sea con nuestras estrategias feministas.

 

 

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Amada Santos

Amada Santos

Fotoperiodista i Socióloga. Activista Feminista, Defensora DDHH i Cooperant. Presidenta de la XIDPIC.Cat. Co-coordinadora i Editora de La Independent. Coordinadora Internacional a la RIPVG
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