Colita se abrió paso a base de talento y sentido del humor en un mundo, el de la fotografía, entonces dominado por los hombres. Ella consideraba que la fotografía era el medio para mostrar la propia experiencia.
Isabel Steva Hernández (Barcelona, 1940) conocida más con el apodo de Colita, no solo por sus colegas sino por cualquier aficionado a la fotografía, e incluso por muchos que no lo son, falleció en Barcelona el 31 de diciembre de 2023, a los 83 años, como consecuencia de una peritonitis.
Estudió hasta los 17 años en el Sagrado Corazón, y tras acabar el preuniversitario de letras se fue a París para estudiar Civilización Francesa en la Universidad de la Sorbona,
Al año volvió a Barcelona y, después de un corto aprendizaje del oficio al lado de fotógrafos reconocidos como Oriol Maspons, Julio Ubiña y Xavier Miserachs, decidió que la fotografía iba a ser su modus vivendi. En 1961 trabajó un año con Xavier Miserachs como laboratorista y estilista.
Inicios de su vida profesional
Su primer encargo fue hacer retratos de gitanos para documentar la ambientación de la famosa película de Francesc Rovira Beleta, ‘Los Tarantos’ (1963), y de ahí partió su afición al arte flamenco y su amistad con Carmen Amaya.
Se fue a Madrid y allí vivió durante dos años dedicándose a hacer fotografía de promoción de Antonio Gades y La Chunga, actividad de la que surgió su libro ‘Luces y Sombras del Flamenco’ (Editorial Lumen, 1975), con textos de Caballero Bonald.
El texto y las fotografías fueron fundamentales en la trayectoria de este arte. El libro, en el que el escritor jerezano y Colita retrataban a los grandes genios del flamenco: Mairena, La Piriñáca, La Perrata, La Fernanda y la Bernarda, Juan Talega, El Borrico, El Chozas, Donday o Carmen Amaya, se volvió a reeditar en 2006 actualizado y con decenas de fotografías inéditas por la Fundación José Manuel Lara.
Colita volvió a Barcelona en los últimos años del franquismo y colaboró como fotoperiodista con la prensa progresista del momento: Fotogramas, Tele/eXprés, Mundo Diario, Destino…
Diferentes campos en los que trabajó
También colaboró con la denominada ‘Escuela de Barcelona’ (Vicente Aranda, Jaime Camino, Jacinto Esteva, José Durán…), corriente que surgió con la ambición de hacer un cine europeo y progresista, en contraposición a la cinematografía ‘oficial’ del franquismo.
Esto le dio la oportunidad de trabajar con los mejores directores de fotografía del momento: Luis Cuadrado, Juan Amorós o Fernando Arribas, entre otros.
Su primera exposición fue la colectiva ‘Evocación del modernismo’ (Colegio de Arquitectos, 1965).
En 1967 colaboró estrechamente con la discográfica Edigsa y el movimiento de la ‘Nova Cançó’ catalana, realizando campañas de prensa y promoción, portadas de discos y pósteres.
Especialmente de Guillermina Motta, Núria Feliu y Joan Manuel Serrat. Durante muchos años acompañó a Serrat, y su colaboración se materializó en la exposición ‘El Serrat de Colita’ (Ayuntamiento de Cornellá, 1999).
Su afición a la novela policiaca y de misterio hizo que Beatriz de Moura, directora de Tusquets Editores, le confiara la colección ‘Serie Negra’, que compaginó con la dirección del departamento de fotografía de la revista Vindicación Feminista hasta 1978.
Durante la transición democrática colaboró con las revistas Interviú, Reporter, Cuadernos para el Diálogo, La Calle o Bocaccio.
La obra de Colita
En 44 años de profesión Colita realizó más de 40 exposiciones y publicó más de 30 libros de fotografía.Tras la llegada de los ayuntamientos democráticos y la desaparición del franquismo, se dedicó a fotografiar su ciudad, Barcelona, y su área metropolitana; evidenciando sus cambios y evolución, y reflejando siempre la vida cultural y social de Catalunya.
Especializada en retrato, fue considerada la fotógrafa de la denominada ‘Gauche divine’ barcelonesa, grupo de profesionales, intelectuales y artistas de izquierdas, del que Teresa Gimpera fue la musa.
Con una colección de retratos de estos personajes se realizó la exposición ‘La Gauche qui rit’ (1971) en la Galería Aixelà, patrocinada por ‘Bocaccio’, siendo el promotor Oriol Regàs. Esta exposición fue clausurada al día siguiente por la policía.
Su obra figura en la colección del Museo Nacional de Arte de Catalunya y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS).
El Ayuntamiento de Barcelona le entregó en 1998 la Medalla al Mérito Artístico junto a los fotógrafos Oriol Maspons y Leopoldo Pomés. En 2014 le fue concedido el Premio Nacional de Fotografía, en el que el jurado valoró su compromiso social, «en particular en la defensa de los derechos de la mujer» y el «humor, inteligencia e ironía de su trabajo».
Premio que al que la fotógrafa renunció por estar en desacuerdo con «la tóxica política cultural y de educación del Gobierno» de Mariano Rajoy.
Últimos años
En 2015 se estrenó el documental ‘Cola, Colita, Colassa (Oda a Barcelona)’, de Ventura Pons. Teresa Gimpera es una de las amigas, junto a la fotógrafa Pilar Aymerich, las escritoras Maruja Torres y Rosa Regàs, la editora Beatriz de Moura o la cantante Núria Feliu, que se sentaron a charlar con Colita en el patio de su casa, mientras el objetivo de Ventura Pons las seguía.
Con motivo del 40 aniversario de la aprobación de la Constitución Española, se organizó la exposición ‘El poder del arte’ (2018), que contó con obra de Colita procedente del Museo de Arte Reina Sofía.
En 2019 participó en la exposición de CaixaForum Barcelona ‘Poéticas de las emociones’ junto a Bill Viola, Manolo Millares, Shirin Neshat, Esther Ferrer y Pipilotti Rist.
Fue en 2020 que donó su colección de obras del artista y pintor José Pérez Ocaña al Ayuntamiento de Cantillana para ser expuestas en el Centro de Interpretación Ocaña junto con el resto de la obra del artista andaluz oriundo de este municipio sevillano. La colección está compuesta por 27 instantáneas que tomó a su amigo durante su etapa en Barcelona.
La Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes le fue concedida en 2021, y en 2023 recibió el Premio Oficio de Periodista, que es máximo galardón que entrega el Colegio de Periodistas de Catalunya.
La editorial de fotografía Ojos de Buey ha publicado el libro ‘Franco ha muerto’ (2023), un reportaje inédito realizado por Colita entre Barcelona y Madrid en noviembre de 1975 después de la muerte del dictador.
Colita
Colita se abrió paso a base de talento y sentido del humor en un mundo, el de la fotografía, entonces dominado por los hombres.
Ella consideraba que la fotografía era el medio para mostrar la propia experiencia. A través de sus fotografías podemos sentir la esencia de las calles y los rincones que nos presenta, participar de su mundo y observar situaciones en las que nos gustaría estar presentes; algunas tristes, otras rebosantes de humor, situaciones interesantes y momentos históricos.
Por delante de su objetivo han desfilado grandes figuras de la música, del cine o de la literatura, «siempre de gente que me gustara», decía ella; personajes que no dudaron en dejarse inmortalizar, en ocasiones de manera ‘original’, por esta mujer que no dudaba en manifestar sus opiniones, satisfecha y feliz de la vida vivida, siempre haciendo gala de una envidiable alegría de vivir.
Se encontraba bien de salud y tenía previsto ir a Madrid en febrero para inaugurar una exposición sobre su obra en el Círculo de Bellas Artes.
Su archivo fotográfico
En los últimos tiempos la fotógrafa había estado trabajando en la organización de su archivo de fotografías y había ido colocando parte del mismo en diversas instituciones: el Archivo y la Filmoteca de Catalunya, el Archivo del Ayuntamiento de Barcelona, la Fundació Rafael Campalans o el Museo Nacional de Arte de Catalunya.
No obstante, su archivo fotográfico personal, denominado Archivo Colita Fotografía, está repleto de contactos que la fotógrafa seguía ordenando y que está parcialmente disponible a través de su página web.
Francesc Polop, amigo suyo desde hace más de cuatro décadas, lleva diez años colaborando en su restauración, catalogación y digitalización.
La fotoperiodista, como a ella le gustaba que la llamaran, nos ha dejado, pero sus experiencias plasmadas en imágenes, han quedado entre nosotros para seguir, unos recordando tiempos pasados, y otros descubriendo a la gran artista que fue.