24 mujeres asesinadas en los primeros meses del año 2012, y las cifras de mujeres maltratadas, violadas, abusadas sexualmente, siguen siendo las mismas que hace diez, veinte y treinta años
La conferencia sobre las Reformas a la Ley de Violencia de Género, llevada a cabo el pasado jueves 14 de junio en el Colegio de Periodistas de Cataluña y convocada por El Club Vindicación Feminista de Barcelona, estuvo presidida por Lidia Falcon y Pilar Altarriba, presidenta y vicepresidenta del Club, y por María Antonia Huarte integrante de la Mesa de Igualdad de oportunidades de Granollers.
Esta es la primera actividad que se hace para promover la modificación de la Ley de Violencia de Género, cuyo fracaso es tan visible como lo indican las cifras: desde su aprobación en diciembre de 2004 se ha asesinado a 500 mujeres, contabilizadas 2.500.000 maltratadas físicamente y 15.000 violadas cada año.
En la charla se valoro el impacto de la reforma de la Ley y la necesidad de crear un plan de sensibilización y prevención de la violencia de género, la formación de jueces fiscales y del personal de administración de justicia, la formación del personal sanitario: como médicos y forenses, psicólogos, psiquiatras asistentes y trabajadores sociales, estadísticas y difusión de los medios de comunicación.
También se valoraron los impedimentos y ataques que hace la propia judicatura y otros poderes sociales para desacreditar la Ley Integral de Violencia de Género, alegan que desmoralizan a las víctimas para solicitar el amparo necesario que las instituciones les deben y que las deja en una situación de mayor vulnerabilidad, ya que el precepto legal en sí mismo, carece de los medios suficientes para protegerlas, lo que la constituye en una herramienta ineficaz
El colectivo de mujeres denuncian la campaña de desprestigio que ha liderado la Decana de los Juzgados de Barcelona María Sanahuja, dicen que ha conseguido que tanto los jueces y fiscales como la propia policía reciban de la Junta de Jueces, del fiscal jefe de Cataluña y de la Prefectura de Policía, la directriz de advertir a las posibles denunciantes sobre Las consecuencias de interponer denuncia por maltrato, con el propósito de desanimarlas de presentar la denuncia
En su condición de abogadas en ejercicio evidencian que esta campaña perjudica gravemente el honor de los/las letradas que defienden a las víctimas de la violencia machista y declaran que no son ciertas las acusaciones de la ex magistrada de la Audiencia Provincial de Barcelona, sobre que la Ley de enjuiciamiento es la causa no sólo de injusticias múltiples contra los hombres, sino también de colapsar el funcionamiento de la policía y de la administración de justicia porque se inventan los hechos y se enseñan pruebas falsas en contra del agresor para que las mujeres víctimas de violencia consigan sus propios fines.
Alegan, que ya es bastante difícil convencerlas de que denuncien los maltratos, porque en la mayoría de los casos esas mujeres tienen baja autoestima y mucho temor, olvida que la denuncia es la única forma que evita que el delito quede impune y que se tomen medidas legales en contra del agresor. Las medidas legislativas, son fundamentales para que los maltratadores ingresen en prisión cuando su peligrosidad lo aconseje, especialmente cuando incumpla la orden de alejamiento y se haya dictado sentencia de prisión contra ellos, aunque no llegue a los dos años, muchas muertes se hubieran podido evitar.
La abogada, escritora y feminista Lidia Falcón, señaló que la Ley Orgánica de Medidas de protección integral contra la violencia de género resulta claramente insuficiente para asegurar la protección a las víctimas y asegura que “nos encontramos ante un autentico terrorismo sexista, que por desgracia a causado y continúa causando un número más grande de victimas que el fenómeno que habitualmente se conoce con el nombre de terrorismo”
Falcon, dijo que hace un llamamiento a la participación en la desigual lucha contra el poder machista esperando despertar la conciencia de legisladores, gobernantes, jueces, medios de comunicación y sociedad civil. Y que se definan las prioridades de todas estas instituciones y estamentos y sinceramente se atrevan a declarar que no les importa el maltrato y el asesinato de mujeres y por ello no están dispuestos a modificar un ápice ni la apatía con que observan lo que llaman “fenómeno” ni la legislación que debería protegerlas”
