Bolivia inicia una nueva legislatura con uno de los parlamentos más paritarios del planeta, donde las mujeres tienen una participación de 79 representantes, casi similar a la de los hombres, que llegan a 80 parlamentarios.
Evo Morales, que tomó esta semana posesión de su tercer mandato de gobierno con un amplio control político de los poderes del Estado, tiene en su haber un crecimiento económico sostenido de alrededor del 5% en la última década, la reducción de la pobreza extrema, crecimiento de la clase media y la eliminación del analfabetismo, entre otros índices económicos y sociales positivos que le han valido la reelección por una amplia mayoría de votos.
Si en el haber hay buenas cifras, en el deber se encuentran en rojo los números de casos de corrupción y especialmente la violencia de género y los feminicidios. La atención a la desigualdad de género provocó críticas a la gestión que concluyó y motivó campañas electorales. A esto se suma constantes comentarios de índole machista realizados por Evo Morales y muy difundidos por los medios.
Señales
Al parecer uno de los objetivos del nuevo gobierno es modificar su imagen respecto a género, dar mayor espacio visible a las mujeres y buscar frenar los feminicidios. En los últimos meses se aprobaron leyes para sancionar de manera más rápida y con mayor dureza este tipo de crímenes, cosa que comenzó a ocurrir aunque aún quedan muchos casos pendientes de juicio.
En el acto simbólico de toma de mando, Morales dio señales de a lo que prestará importancia su nueva gestión. Afirmó que es vital “volver al equilibrio, necesitamos una revolución en la justicia, en el pensamiento, en la salud, en la educación”.
“El matriarcado”
El flamante presidente del Senado, Alberto Gonzales, dijo a los parlamentarios que se deben preparar para el “matriarcado” que liderará en la presente gestión. En Diputados, repite como presidenta Gabriela Montaño.
Las jefas de bancada del mayoritario partido de gobierno y de otros dos de oposición son también mujeres: Juana Quispe (MAS), Jimena Costa (UD) y Norma Piérola (PDC). No ocurre lo mismo en el Senado, donde las tres jefaturas de bancada son varones.
En la Cámara de Diputados hay más mujeres (63) que hombres (60), mientras que en Senadores la mayoría son los varones (20) frente a las mujeres (16).
Mayor representatividad
La paridad en la elección de representantes ante la Asamblea Legislativa Plurinacional, que establece listas de candidaturas de la misma proporción entre hombres y mujeres, con presencia intercalada de unos y otras y con suplencias también del otro sexo, ha logrado una mayor representatividad femenina en el parlamento boliviano.
Este sistema de elección ya permitió a Bolivia estar entre los países del mundo con mayor paridad en la representación política en su parlamento. En Latinoamérica, los países con fuerte presencia femenina son Ecuador, México, Costa Rica y Nicaragua.
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