El Tribunal Supremo (TS) rebaja la pena del jefe de mantenimiento del centro penitenciario de Alcalá-Meco, condenado de abuso sexual a una presa, al estimar que la reclusa fue “libre” de intercambiar sexo por la prometida de un trabajo. Según la sentencia conocida el el pasado viernes, el TS ha rebajado en 4 años de prisión la pena impuesta al funcionario de prisiones que mantuvo relaciones sexuales con una interna bajo la prometida de facilitarle un puesto de trabajo remunerado a la prisión, lo cual finalmente no se produjo. La pena queda así en los 2 años y siete meses de prisión, puesto que según el alto tribunal, no existió ningún delito de abuso sexual porque la reclusa “siempre fue libre y pudo acceder o no” a las peticiones de la cabeza de mantenimiento de la prisión.
La sentencia declara que la mujer “no estuvo apremiada a ningún acondicionamiento que lo empujara a ceder a las apetencias sexuales del acusado” y que, si lo hizo por una prometida incumplida, tal circunstancia no convierte la relación sexual en delictiva. “El engaño operaría en menores de 16 años, pero no en mayores de edad cómo es el caso”, añade. La resolución, de la cual ha sido poniendo el magistrado José Ramón Soriano, absuelve así del delito de abuso sexual a la cabeza de mantenimiento del centro penitenciario, José María L.C., y a la interna Eva Marta M.V., quién propuso de mantener “un rollete” con el funcionario para conseguir el trabajo y vigiló porque los dos no fueran descubiertos.
Por otro lado, el Supremo confirma los abusos continuados en el ejercicio de su función que la Audiencia Provincial de Madrid impuso en enero al funcionario y las amenazas con las cuales condenó a Eva Marta M.V., sancionadas con quince meses de prisión.