OPINIÓN
Mas allá de donde se quieren poner las fronteras o delimitaciones territoriales para gobernarse los países, a mí lo que me preocupa es qué prioridades darán sus gobiernos para dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía.
Y cuáles serán sus prioridades y / o líneas de actuación. A modo de ejemplo sólo unos apuntes:
Un gasto militar para hacer la guerra
Por no hablar de definirse sobre el modelo de estado con respecto a la monarquía, que nos cuesta mantenerla tanto a nivel económico como de lastre arcaico que representa cuando hablamos de democracia.
El Informe Delàs ha presentado su último informe para denunciar el peso del gasto militar en unos presupuestos del PP marcados por la austeridad y por los recortes sociales. Mientras que los datos facilitados por el Ministerio de Defensa sobre el desarrollo del presupuesto de este año 2015 ya muestran que el gasto militar con fecha de julio superó un 121% lo que se había aprobado inicialmente, algunas prácticas nos llevan a la conclusión de que, para el 2016, el gasto militar total final es tres veces superior a la del Ministerio de Defensa y representa un 1,6% del PIB español. Es que las directrices de la OTAN marcan cómo se debe hacer el cálculo del gasto militar y que incluyen todas las partidas militares, como los organismos autónomos de defensa o las repartidas por otros ministerios (I + D militar que surge desde el Ministerio de Industria, las clases pasivas militares (Seguridad Social), los gastos en organismos como la OTAN que dependen del Ministerio de Exteriores, la Mutua militar ISFAS y la Guardia Civil (Ministerio del Interior), así como el del CNI ( su cabeza es militar y el 60% de su personal tiene funciones militares.
La hucha de las pensiones ha servido para pagar el rescate bancario
Las pensiones de la Seguridad Social es otra de las competencias estatales, cualquiera que sea el ámbito de un estado, pero lo que a mí me importa es qué políticas pueden llevar a cabo los que nos gobiernen. Hace cuatro días, el eminente profesor Vicenç Navarro explicaba el mecanismo que ha utilizado el PP para pagar -con la hucha de las pensiones y vía deuda pública- el rescate bancario que llevó a cabo el PP y que nos han impuesto que pagar entre todos los contribuyentes.
La precariedad laboral, un ataque a la protección social
Es verdad que hay datos estadísticos sobre la pirámide poblacional, pero también es verdad que -con la transformación liberal del mercado de trabajo- casi todos los costes de la Seguridad Social son asumidos por el sufrido contribuyente, dado que las grandes empresas (que nutrían de forma importante) han fugado sus aportaciones con la atomización de sus centros productivos, tendiendo a la individualización contributiva (por ejemplo con la generalización de unos autónomos que también están precarizados laboralmente, así como la paulatina privatización de los servicios públicos (otra fuente importante que nutre los presupuestos de la S. Social). Por otra parte, en su último artículo, el profesor Navarro nos alerta sobre lo que se esconde detrás de la propuesta de “contrato único” que proclama un candidato de derechas camuflado de marca blanca del PP como es Albert Rivera de Ciudadanos, y que -en la práctica- dejaría inexistentes los indefinidos, temporales y otros …
Adiós a la universalización de la asistencia sanitaria
El derecho a la asistencia sanitaria universal y gratuita de los que hemos hecho patente en este país desde hace muchos años, ha quedado hecho añicos a medida que se ha ido puesto precio a todo para hacerlo compatible con los servicios privados que han entrado en el mercado desde criterios de competencia y rentabilidad económica: se han excluido medicamentos de la cobertura farmacéutica de la Seguridad Social; los pensionistas deben pagar parte de algunos medicamentos que antes eran de prescripción gratuita; y se ha permitido dibujar un modelo de asistencia sanitaria de primera y de segunda, porque para acceder a determinadas especialidades, hay que soportar largas listas de espera (a menos que tengas una póliza de asistencia privada o en puedas pagar la intervención , lo que anticiparía la intervención en el mismo centro público que -de no ser así- te hacen esperar meses y meses -incluso- años …).
Apartheid sanitario por los sin papeles
Pero, en todo este desenfreno, todavía hay a quien se le niega la tarjeta sanitaria: son las personas inmigrantes que -a pesar conviven entre nosotros- no tienen todavía todos los papeles para ser considerados ciudadanos de pleno derecho. La líder de Ciudadanos en Cataluña Inés Arrimadas dijo recientemente que “en ningún caso debe equipararse el derecho a la asistencia de los inmigrantes que tienen residencia legal con los que no la tienen, y que -en este caso- sólo hay garantizar lo que dice la Organización Mundial de la Salud que hay que dar cobertura total únicamente a los niños ya las mujeres embarazadas, y también en caso de enfermedades graves, de urgencias o en el caso de que pongan en peligro la salud pública “. Sólo le faltaba decir porque son unos apestados … Por lo menos, este es el Apartheid sanitario que ha impuesto -de hecho- el gobierno de Rajoy.
Sí a los inmigrantes ricos, no a los pobres
Hasta hace poco, venían muchos extranjeros a operarse en nuestros centros públicos por el prestigio cualitativo que habían alcanzado, y venían haciéndose pasar por turistas o -si podien- incluso pagando. Es una gran hipocresía que la calidad de nuestros servicios públicos haga una distinción entre los inmigrantes con dinero y los pobres. Si las personas que no tienen regularizada su residencia necesitan algún otro tipo de atención la tienen que pagar el servicio o suscribir un convenio con la Seguridad Social (que es como una póliza de las mutuas pero pública).
Un voto consciente y de ruptura democrática
Por todo ello, el día 20 tendré muy en cuenta el sentido de mi voto, impidiendo que salga ningún gobierno que continúe derrochando los recursos públicos destinados a garantizar el bienestar de su ciudadanía para alimentar negocios vergonzantes de venta de armas, drogas o tráfico de personas). Me da igual si el timón del estado está en Cataluña o no, pero sí que me importa un cambio posible para erradicar la corrupción del sistema y unas prebendas o privilegios que, desde el concordato con la Santa Sede firmado 1953 hasta los temas que quedaron en el cajón con las negociaciones de la transición, aspectos de “reforma” y de no “ruptura” con la dictadura que permite hoy todavía privilegios y expansión de las ideas fascistas.
A vueltas con la constitución
Menos el PP todo el mundo habla de reformar la constitución de 1978. Los hay que sólo lo quieren hacer por el tema territorial, los hay que quieren hacerlo para “corregir” el de la descendencia monárquica (que pueda reinar aunque sea ??una mujer), pero no se cuestionan para nada ni la monarquía, con el gasto y el lastre antidemocrático que supone, ni las servidumbres al poder financiero internacional.
Un cambio de fondo es posible
Y los hay que, desde el 15-M de 2011, exigen un cambio a fondo en la dirección indiscutible de una ruptura democrática, y esta debe ser sin grises, en todo caso para garantizar y mejorar algunas premisas sobre los derechos humanos y sociales que fueron arrancados a la dictadura tras duros y largos años de lucha … Que no se puede ?. Ya lo creo que -si nos lo proponemos- se puede !.
